50 AÑOS DE PROFESIÓN RELIGIOSA


HNO. JESÚS MA. BEZUNARTEA

Fr. Jesús Ma. Bezunartea, segundo hijo de cinco del matrimonio de Valeriano Bezunartea y Tomasa Salcedo, nació el 09 de diciembre de 1943 en Uncastillo, Aragón. Ingresó al seminario menor de los Capuchinos en Alsasua a los diez años. El 14 de agosto de 1962 inició su noviciado en Sangüesa y un año después, el 15 de agosto de 1963, hizo su profesión temporal. Tres años más tarde la profesión perpetua el 17 de septiembre. El 11 de marzo de 1967 en Pamplona recibió la ordenación sacerdotal. Fue enviado como misionero a Filipinas el 08 de junio de 1968, donde trabajó como en un colegio siete años y los seis últimos como párroco. El 02 de agosto de 1982  salía de Filipinas rumbo a México cruzando el Pacífico. En México ha trabajado como asistente de las hermanas Capuchinas los 15 primeros años, cuatro como Ministro de los hermanos de México, nueve como formador de los hermanos en el noviciado y postnoviciado. En la actualidad sirve como párroco y guardián en la comunidad parroquial y capuchina de Las Aguilas, México DF. 

TE INVITO UN CAPUCHINO…  
ENTREVISTA A FR. JESÚS MA. BEZUNARTEA

Podrías señalar las fechas más importantes de tu vida?
Son tantas, como el día de celebrar mis 50 años de profesión en la vida capuchina. Yo suelo decir que la fecha más importante es el día de hoy. Pero bueno, respondiendo de forma convencional a tu pregunta diré que después del día de mi nacimiento y mi bautismo, fechas importantes son la de mi entrada en el seminario capuchino, creo que el 30 de agosto de 1954; mi profesión religiosa el 15 de agosto de 1963; mi ordenación sacerdotal el día 11 de marzo de 1967; mi llegada a Filipinas el 2 de Julio de 1968 y mi llegada a México el 9 de agosto de 1982.

Qué recuerdos religiosos tienes de tu infancia? ¿Cómo sentiste tu vocación?
De niño recuerdo el día de mi primera comunión como una fecha muy significativa; los años en que fui alimentando mi deseos de ser sacerdote capuchino hasta que cumplí los 10 años y un capuchino vino a la escuela del pueblo donde vivía preguntando quién quería ser capuchino; recuerdo que mis padres nos inculcaron la responsabilidad en las prácticas religiosas de la Misa y demás sacramentos; mi alegría de ser monaguillo desde los 8 años; los primeros años del seminario menor. La vocación la sentí desde niño, sobre todo cuando a los cuatro años conocí a los capuchinos.

Cómo te defines a  ti mismo? ¿Cuál es tu estilo personal?
Yo me veo optimista y feliz, con grandes ideales desde niño cuando nos inspiraban a ser misioneros en lejanas tierras y “al pie de un árbol morir”. Me veo plenamente realizado en mi vida como capuchino y sacerdote. La vocación sacerdotal la tuve siempre más clara que la vocación capuchina y desde mi ordenación me vi como una persona al “servicio de los demás”. Me gusta estar cercano a la gente y verme como su servidor porque tengo mucho que dar de lo que he recibido en mi vocación. Me considero una persona muy bendecida por Dios en mi familia y en mi vocación, en los formadores que tuve y en tantos hermanos que me han apoyado en todas las etapas de mi vida.

Cuáles han sido las dificultades en su vocación?
Dificultades las he tenido en los primeros 10/15 de mi ministerio para afianzar mi vocación mientras iba madurando como persona. Tuve algunas dudas en algunos años. El salir de un ambiente conventual a la vida ministerial en Filipinas fue un tiempo de ajuste y de aclarar mi opción vocacional. No fui de decisiones rápidas y emocionales, por ello creo que he perseverado tanto en los años de formación desde la adolescencia hasta la profesión perpetua y ordenación como en años de confrontación de valores en mis veintes.

Qué significó para ti tu profesión religiosa y tu ordenación sacerdotal?
Fueron decisiones fuertes de mucha reflexión y asesoría espiritual, porque eran decisiones para toda la vida.

Cómo vives el altar y el confesionario?
La Eucaristía es para mí el servicio más importante a la comunidad eclesial; el confesionario también es muy importante y fuente de muchas alegrías aunque también de mucha paciencia.

Qué te hace feliz en esta vida?
En mi vida religiosa me hace feliz vivir el carisma franciscano y ser testigo de los valores evangélicos; el vivir alegre mi castidad demostrando que Dios llena el corazón de seguridad, de felicidad y de amor. En mi sacerdocio me hace feliz el administrar la gracia, el amor y el perdón de Dios con alegría y gratuitamente.

Cuál es tu sueño en la VR?
Ser testimonio del Reino de los cielos a través de la vivencia de los tres votos y del carisma franciscano capuchino.

Cómo vives tus 50 años de profesión religiosa?
Con mucha alegría, agradecimiento y emoción.

Quién es Dios para ti?
Dios es mi Padre, nuestro Padre, que se me acerca en Jesucristo y que me acompaña en el Espíritu Santo.

Dónde están los pobres en tu vida?
Son la gente con la que me siento más capuchino y sacerdote. Uno de los piropos que una persona me dijo, echándomelo en cara, hace muchos años siendo párroco, fue: “A usted sólo le importan los pobres”. No me lo creí pero me agradó.

Qué significa para ti ser Fraile Capuchino hoy?
Ser hermano y tratar de actualizar el espíritu de fraternidad y de paz de Francisco de Asís.

Cómo ves a nuestra Iglesia hoy? Cuáles son los retos que hay que afrontar?
A la Iglesia la veo demasiado institucionalizada; demasiado criticada. “Me duele la Iglesia”, inspirado en otro famoso que dijo una frase semejante. Y el reto es el del Papa Francisco: hacer de la Iglesia la comunidad de hermanos seguidores de Jesús, que no haya que acercarla a nadie, sino que viva y se encuentre entre todos los seres humanos que quieren seguir a Jesucristo. No hay que ir a buscar a los alejados sino vivir entre ellos y que la Iglesia este donde ellos están como el pastor, que está junto a la oveja descarriada. No son ellos (los marginados o no creyentes) los alejados sino ella (la Iglesia) la que se ha alejado y se ha asentado en sus fortalezas institucionales de palacios, monumentos, catedrales, etc.

Hacia dónde caminamos como humanidad?
Creo que caminamos hacia una aparente deshumanización que desembocará en tomar conciencia de que nos necesitamos y de que tenemos que volver a valorarnos.

Qué les dices a los jóvenes que optan por la vida religiosa desde tu experiencia?
Les digo que si quieren jugarse la vida por Dios y por los hombres como Jesucristo están el camino correcto.



El hno. Jesús Ma., por sus 50 años de profesión ha escrito este poema:


Erase un 15 de agosto,
en el pueblo de Sangüesa,
casi se olía ya el mosto
cuando sonaba ya a fiesta.

Eran 18 novicios
que llenos de santo amor
a Cristo y a san Francisco,
pronunciaban en su honor

Sus votos con devoción,
con alegría y fervor,
con sincero corazón,
con coraje y sin temor.

Pero llegaron tormentas
eclesiales y sociales,
que sacudieron doquier
valores fundamentales.

De esta forma es que llegaron
a sus 25 años
solo cuatro de 18,
pues los demás se marcharon

por otros muchos caminos
y en diferentes edades,
dejaron los capuchinos
y  se volvieron al mundo.

Al cumplir estos 50
años de la profesión,
somos dos que solamente
queremos de corazón

renovar nuestros tres votos
de obediencia y castidad
y de altísima pobreza,
viviendo en fraternidad.

Misteriosos los designios
de Dios en la humanidad,
por ello gracias decimos
a todos con humildad.

El Señor nos dio hermanos,
que a lo largo de los años,
nos ofrecieron su ayuda
y nos tendieron sus manos.

En este 15 de agosto,
por ello de corazón,
decimos: gracias, hermanos,
por esta vida y su don.

Fueron ustedes regalo,
y fueron como un bordón,
que no dio todo su apoyo,
gracias, sí, de corazón.

Y también como María,
con Francisco y con la Iglesia,
decimos con alegría:
¡Bendito seas Señor!

2 Response to "50 AÑOS DE PROFESIÓN RELIGIOSA"

  1. Querido y recordado Padre Jesus Ma. lo recuerdo con cariño y ruego a Dios ntro Padre amado por usted y su ministerio y agradezco su gran ayuda en Mexico ,con las hermanas de Lindavista 33.nunca lo olvido ante Jesus Eucaristia y que siga perseverando hasta el fin y llegue a la santidad. y nos encontraremos en la casa de Ntro gran Padre Celestial.

    Anónimo says:

    Padre usted bautizó a mis hijos, los inició en el camino de Dios, ahora son unos niños excelentes el mayor de 8 años hará su primera comunión este 20 de mayo, espero pueda encomendarlo para que siga su camino dentro de la Iglesia amando a Dios y a su santísima madre como ustés lo ha hecho, muchas gracias por todo y mucha suerte en su año sabático, lo extrañamos mucho en México, cuando regresa??

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