tag:blogger.com,1999:blog-28971717115502829922024-03-13T08:09:15.998-07:00Hermanos Menores CapuchinosNuestra vida es vivir el EvangelioOFMCap Pastoral Vocacionalhttp://www.blogger.com/profile/17756317538472316840noreply@blogger.comBlogger315125tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-66971031207664429502016-07-31T18:11:00.000-07:002016-07-31T18:11:01.437-07:00La Indulgencia de la Porciúncula y el Jubileo de la Misericordia<div style="text-align: center;">
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<br />
En 2016 coinciden dos fechas: el aniversario de la indulgencia de la Porciúncula, querida por san Francisco para “mandar al paraíso a todos”, y el jubileo de la misericordia, querido por un Papa que de Francisco lleva el nombre. Dejando a los historiadores la profundización de su debate sobre la indulgencia de la Porciúncula, queremos aprovechar la ocasión de esta coincidencia de fechas que nos invita a profundizar el gran tema de la misericordia y del perdón en relación con nuestra tradición espiritual franciscana.</div>
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Misericordia es una palabra cara a san Francisco, que la usa a menudo en sus Escritos y que la utiliza igualmente en dos direcciones que remiten al actuar de Dios misericordioso y a nuestro actuar hacia los hermanos con misericordia. Esto nos recuerda la frase evangélica que ha propuesto el Papa como “lema” de este año jubilar: “Sed misericordiosos como es misericordioso vuestro Padre” (Lc 6,36). La misericordia que podemos tener en nuestras relaciones con los demás está estrechamente ligada con la misericordia que tiene Dios para con nosotros: el amor de Dios es la fuente inagotable de la cual podemos sacar la misericordia que hemos de usar para con nuestro prójimo. Todos sabemos que logramos amar en la medida en que descubramos que somos amados por Aquel que es la fuente de todo bien.</div>
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Lo que generalmente decimos del amor es igualmente verdadero para aquella forma especial de misericordia que es el perdón. La parábola que narra Jesús para responder a la pregunta de Pedro “¿Cuántas veces debo perdonar?”, condena el comportamiento del siervo que no condona la pequeña deuda a su compañero, después de que el patrón le ha perdonado a él una deuda grandísima. También en este caso la razón para perdonar a los demás es que nosotros mismos hemos sido perdonados por Dios, como decimos en el Padre nuestro, en donde pedimos “perdónanos nuestras deudas (ofensas) como también nosotros perdonamos a nuestros deudores (quienes nos ofenden)”. Aquel “como” más que indicar una igualdad, indica la motivación profunda por la cual hay que perdonar a los demás: a partir de la certeza de que Dios me perdona, nace la exigencia de perdonar “como” él. Es otra manera de decir que debemos ser misericordiosos “como” el Padre celestial.</div>
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Si todo esto es cierto, descubrimos que se nos indica un camino para hacernos más capaces de misericordia: crecer en nuestra conciencia de ser nosotros mismos amados por Dios. Se trata de la relación que hay entre el don recibido de Dios y el don ofrecido a los hermanos que es tan característico de la experiencia espiritual franciscana. En la medida en que nosotros, como Francisco, descubrimos que Dios “es el bien, todo bien, y que él es el solo bueno”, se hace fuerte en nosotros la exigencia de corresponder a este bien que recibimos, dando el bien de que somos capaces.</div>
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Y ya que para llegar a ser más consciente del amor que Dios me tiene debo detenerme un momento a reflexionar, nos damos cuenta de que una vez más, somos invitados a cultivar el espíritu de oración y devoción, para unir contemplación y acción, si queremos encontrar la verdadera fuente de nuestro compromiso y del amor para con el prójimo, para encontrar la fuerza y la energía para gastar toda nuestra vida al servicio de los hermanos y para generar a nuestro alrededor paz y reconciliación, que son los frutos del amor contemplado.</div>
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Con su petición al Papa de una indulgencia extraordinaria para la pequeña iglesita de la porciúncula, Francisco inventó una nueva manera de celebrar la sobreabundancia de perdón y de misericordia por parte de Dios para con nosotros. Podemos retomar y profundizar la bella definición de indulgencia que el Papa Francisco nos ha ofrecido en la Misericordiae vultus, definiéndola como “indulgencia del Padre que a través de la Esposa de Cristo alcanza al pecador perdonado y lo libra de todo resto de las consecuencias del pecado, habilitándolo para actuar con caridad, a crecer en el amor en vez de recaer en el pecado” (MV 22). Cada vez que recibimos esta indulgencia extraordinaria del Padre a través de la Iglesia, también nosotros experimentamos la abundancia de misericordia sobre nosotros para hacernos capaces de misericordia y de reconciliación para con los demás en las situaciones concretas de la vida.</div>
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San Francisco nos muestra ejemplos espléndidos de esta capacidad creativa de promover paz y reconciliación. Pensemos simplemente en el episodio del final de su vida, cuando él reconcilia al podestá con el Obispo de Asís haciendo cantar su Cántico del hermano Sol con la adición de la estrofa del perdón.</div>
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El antiguo biógrafo, al comienzo de esta narración, nos dice que Francisco dijo a sus compañeros: “Grande vergüenza es para nosotros, siervos de Dios, que el obispo y el podestá se odien tanto el uno al otro, y nadie se ponga en el trabajo de ponerlos en paz y concordia” (Compilatio Assisiensis 84). Francisco no piensa que se trate de una cuestión que no tiene que ver con él y siente vergüenza por el hecho de que nadie se preocupe por devolverles la paz. Me pregunto ¿Cuánta vergüenza sentimos nosotros cuando nadie interviene para sanar los conflictos de nuestro tiempo? ¿Qué tan responsables nos sentimos, como Francisco, de devolver la paz y la reconciliación, ante todo en nuestras mismas fraternidades, cuando hay divisiones, como también en las luchas políticas, religiosas, económicas, sociales de nuestro tiempo?</div>
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Semejante compromiso tan activo y militante, nace de la profundidad de la contemplación del amor de Dios para conmigo. Precisamente porque me siento tocado personalmente por la indulgencia del Padre, nace en mí la fuerza, el valor, la espléndida “locura” de intervenir, como puede hacerlo un enamorado de Dios con el canto, no con un solemne discurso y tanto menos con la fuerza. Francisco, con su inteligente simplicidad, no convoca al Obispo y al Podestá para tratar de resolver sus disputas. Francisco bien sabe que este no es su camino: él en cambio los convoca para escuchar un canto, porque solo apuntando la mirada más arriba, hacia la belleza de Dios, sobre las alas de la música, los dos contendientes podrán encontrar las razones más altas para la paz. Nosotros franciscanos, en el mundo de hoy probablemente a menudo no estamos llamados a enfrentar y resolver los complejos problemas del mundo ofreciendo soluciones técnicas o entrando en el campo de difíciles cuestiones, que a menudo nos quedan grandes; pero sí estamos llamados a encontrar los caminos para animar a los hombres a la reconciliación y a la paz tocándoles el corazón con el testimonio de la simplicidad, de la belleza y del canto, de la verdad de relaciones fraternas e inmediatas que llevan a lo esencial, que hacen comprender a los hombres de hoy, como al Podestá y al Obispo de Asís, que vale la pena vivir en la paz, relativizando los problemas concretos y optando por el camino del perdón.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: rgba(0, 0, 0, 0.992157); font-family: Bitter, Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 16px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 27.2px; margin-bottom: 1.6em; padding: 0px; vertical-align: baseline; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
Hablando de indulgencia y misericordia hemos partido de una mirada a la indulgencia del Padre y a su misericordia para con nosotros y hemos llegado a hablar de la intervención en la realidad conflictiva del mundo de hoy. Podría también hacerse el recorrido inverso: comenzando a hablar del perdón y la reconciliación con los hermanos para llegar a hablar de la misericordia de Dios, como hace Francisco en el Testamento. Lo que importa es que no separemos nunca estos dos elementos, porque Jesús en el evangelio enseña que el primer mandamiento habla al mismo tiempo del amor de Dios y del prójimo, que no pueden ser separados.</div>
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Que este centenario nos ayude a sentir una saludable vergüenza porque nadie parece preocuparse por poner paz y concordia en la realidad conflictiva en que vivimos y nos haga crecer en la capacidad creativa de encontrar maneras nuevas para cantar un canto comprensible a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo. Sea nuestra vida ese canto que en la medida en que es alabanza viviente a aquel Dios de quien proviene todo amor, se hace provocación eficaz para construir paz y reconciliación.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: rgba(0, 0, 0, 0.992157); font-family: Bitter, Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 16px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 27.2px; margin-bottom: 1.6em; padding: 0px; vertical-align: baseline; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
Roma, 23 de julio de 2016, fiesta de S. Brígida, patrona de Europa</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: rgba(0, 0, 0, 0.992157); font-family: Bitter, Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 16px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 27.2px; margin-bottom: 1.6em; padding: 0px; vertical-align: baseline; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<br /></div>
<table style="background-color: white; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; border: 0px; box-sizing: border-box; color: rgba(0, 0, 0, 0.992157); font-family: Bitter, Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: 16px; font-stretch: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 27.2px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><tbody style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<tr style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><td style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Fr. Michael Anthony Perry, OFM<br />
<em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ministro General</em></td><td style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><br />
<br />
Sr. Deborah Lockwood, OSF<br />
<em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ministro General</em></td></tr>
<tr style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><td style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Fr. Mauro Jöhri, OFMCap<br />
<em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ministro General</em></td><td style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><br />
<br />
<br />
Fr. Nicholas Polichnowski, TOR<br />
<em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ministro General</em><br />
<em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Presidente CFF</em></td></tr>
<tr style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><td style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Fr. Marco Tasca, OFMConv<br />
<em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ministro General</em></td><td style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"><br />
<br />
Tibor Kauser, OFS<br />
<em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Ministro General</em></td></tr>
</tbody></table>
<br /><div>
http://www.ofmcap.org/es/notizie/altre-notizie/item/806-la-indulgencia-de-la-porciuncula-y-el-jubileo-de-la-misericordia</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-3898843856404975982016-04-05T07:38:00.000-07:002016-04-05T07:38:02.315-07:00Homilía del Papa, II Domingo de Pascua: el Evangelio es el libro de la misericordia de Dios<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYpVJ8YEW2DrxHArEyrl5_8nSvG5oOV0YvdO7yLvGyr4i805T8SJTGVwabZRdonyAAl1ahBQQ41gBE5wVC6m3-zMK5BRoIdJKt1IBPX_FOzDgsBzypfIoNtnt8zqwz_wB5xKmEG9pgcJI/s1600/Papa-Francisco-Jubileo-Misericordia-2011423a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYpVJ8YEW2DrxHArEyrl5_8nSvG5oOV0YvdO7yLvGyr4i805T8SJTGVwabZRdonyAAl1ahBQQ41gBE5wVC6m3-zMK5BRoIdJKt1IBPX_FOzDgsBzypfIoNtnt8zqwz_wB5xKmEG9pgcJI/s400/Papa-Francisco-Jubileo-Misericordia-2011423a.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #343434; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 2em; margin-top: 2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
«Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos» (<span style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Jn</span> 20,30). El Evangelio es el libro de la misericordia de Dios, para leer y releer, porque todo lo que Jesús ha dicho y hecho es expresión de la misericordia del Padre. Sin embargo, no todo fue escrito; el Evangelio de la misericordia continúa siendo un libro abierto, donde se siguen escribiendo los signos de los discípulos de Cristo, gestos concretos de amor, que son el mejor testimonio de la misericordia.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #343434; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 2em; margin-top: 2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.6; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Todos estamos llamados a ser escritores vivos del Evangelio, portadores de la Buena Noticia a todo hombre y mujer de hoy. Lo podemos hacer realizando las obras de misericordia corporales y espirituales, que son el estilo de vida del cristiano. Por medio de estos gestos sencillos y fuertes, a veces hasta invisibles, podemos visitar a los necesitados, llevándoles la ternura y el consuelo de Dios. Se sigue así aquello que cumplió Jesús en el día de Pascua, cuando derramó en los corazones de los discípulos temerosos la misericordia del Padre, el Espíritu Santo que perdona los pecados y da la alegría.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #343434; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 2em; margin-top: 2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.6; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Sin embargo, en el relato que hemos escuchado surge un contraste evidente: por una parte, está el miedo de los discípulos que cierran las puertas de la casa; por otro lado, el mandato misionero de parte de Jesús, que los envía al mundo a llevar el anuncio del perdón. Este contraste puede manifestarse también en nosotros, una lucha interior entre el corazón cerrado y la llamada del amor a abrir las puertas cerradas y a salir de nosotros mismos. Cristo, que por amor entró a través de las puertas cerradas del pecado, de la muerte y del infierno, desea entrar también en cada uno para abrir de par en par las puertas cerradas del corazón. Él, que con la resurrección venció el miedo y el temor que nos aprisiona, quiere abrir nuestras puertas cerradas y enviarnos. El camino que el Señor resucitado nos indica es de una sola vía, va en una única dirección: salir de nosotros mismos, para dar testimonio de la fuerza sanadora del amor que nos ha conquistado. Vemos ante nosotros una humanidad continuamente herida y temerosa, que tiene las cicatrices del dolor y de la incertidumbre. Ante el sufrido grito de misericordia y de paz, escuchamos hoy la invitación esperanzadora que Jesús dirige a cada uno de nosotros: «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo» (v. 21).</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #343434; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 2em; margin-top: 2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.6; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Toda enfermedad puede encontrar en la misericordia de Dios una ayuda eficaz. De hecho, su misericordia no se queda lejos: desea salir al encuentro de todas las pobrezas y liberar de tantas formas de esclavitud que afligen a nuestro mundo. Quiere llegar a las heridas de cada uno, para curarlas. Ser apóstoles de misericordia significa tocar y acariciar sus llagas, presentes también hoy en el cuerpo y en el alma de muchos hermanos y hermanas suyos. Al curar estas heridas, confesamos a Jesús, lo hacemos presente y vivo; permitimos a otros que toquen su misericordia y que lo reconozcan como «Señor y Dios» (cf. v. 28), como hizo el apóstol Tomás. Esta es la misión que se nos confía. Muchas personas piden ser escuchadas y comprendidas. El Evangelio de la misericordia, para anunciarlo y escribirlo en la vida, busca personas con el corazón paciente y abierto, “buenos samaritanos” que conocen la compasión y el silencio ante el misterio del hermano y de la hermana; pide siervos generosos y alegres que aman gratuitamente sin pretender nada a cambio.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #343434; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 2em; margin-top: 2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.6; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">«Paz a vosotros” (v. 21): es el saludo que Cristo trae a sus discípulos; es la misma paz, que esperan los hombres de nuestro tiempo. No es una paz negociada, no es la suspensión de algo malo: es su paz, la paz que procede del corazón del Resucitado, la paz que venció el pecado, la muerte y el miedo. Es la paz que no divide, sino que une; es la paz que no nos deja solos, sino que nos hace sentir acogidos y amados; es la paz que permanece en el dolor y hace florecer la esperanza. Esta paz, como en el día de Pascua, nace y renace siempre desde el perdón de Dios, que disipa la inquietud del corazón. Ser portadores de su paz: esta es la misión confiada a la Iglesia en el día de Pascua. Hemos nacido en Cristo como instrumentos de reconciliación, para llevar a todos el perdón del Padre, para revelar su rostro de amor único en los signos de la misericordia.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #343434; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; font-stretch: inherit; line-height: 21px; margin-bottom: 2em; margin-top: 2em; outline: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.6; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">En el Salmo responsorial se ha proclamado: «Su amor es para siempre» (117/118,2). Es verdad, la misericordia de Dios es eterna; no termina, no se agota, no se rinde ante la adversidad y no se cansa jamás. En este “para siempre” encontramos consuelo en los momentos de prueba y de debilidad, porque estamos seguros que Dios no nos abandona. Él permanece con nosotros para siempre. Le agradecemos su amor tan inmenso, que no podemos comprender. ¡Es tan grande! Pidamos la gracia de no cansarnos nunca de acudir a la misericordia del Padre y de llevarla al mundo; pidamos ser nosotros mismos misericordiosos, para difundir en todas partes la fuerza del Evangelio, para escribir aquellas páginas del Evangelio que el Apóstol Juan no ha escrito.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-50208933314523641912016-03-28T09:14:00.001-07:002016-03-28T09:14:18.800-07:00Bendición Urbi et Orbi del Papa Francisco<div style="background-color: white; box-sizing: inherit; font-family: Georgia, 'Times New Roman', Times, serif; line-height: 32.55px;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgltCtANuhVWn8b4jarsZuSmSqXhwuqJKhD3qmw_1I10o8g4yM_fyyUJZ46kqboKcpx50lJgFJMMudbAsB0t7jUmDNr5R5xwyb3nPhtqmM2VeeTR_aBVtxmqZXtlWOXyKDnXGhz48iRs-c/s1600/Papa+Francisco+bend.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgltCtANuhVWn8b4jarsZuSmSqXhwuqJKhD3qmw_1I10o8g4yM_fyyUJZ46kqboKcpx50lJgFJMMudbAsB0t7jUmDNr5R5xwyb3nPhtqmM2VeeTR_aBVtxmqZXtlWOXyKDnXGhz48iRs-c/s400/Papa+Francisco+bend.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 32.55px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 32.55px;">«Dad gracias al Señor porque es bueno Porque es eterna su misericordia» (Sal 135,1)</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz Pascua!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Jesucristo, encarnación de la misericordia de Dios, ha muerto en cruz por amor, y por amor ha resucitado. Por eso hoy proclamamos: ¡Jesús es el Señor!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su resurrección cumple plenamente la profecía del Salmo: «La misericordia de Dios es eterna», su amor es para siempre, nunca muere. Podemos confiar totalmente en él, y le damos gracias porque ha descendido por nosotros hasta el fondo del abismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ante las simas espirituales y morales de la humanidad, ante al vacío que se crea en el corazón y que provoca odio y muerte, solamente una infinita misericordia puede darnos la salvación. Sólo Dios puede llenar con su amor este vacío, estas fosas, y hacer que no nos hundamos, y que podamos seguir avanzando juntos hacia la tierra de la libertad y de la vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El anuncio gozoso de la Pascua: Jesús, el crucificado, «no está aquí, ¡ha resucitado!» (Mt 28,6), nos ofrece la certeza consoladora de que se ha salvado el abismo de la muerte y, con ello, ha quedado derrotado el luto, el llanto y la angustia (cf. Ap 21,4). El Señor, que sufrió el abandono de sus discípulos, el peso de una condena injusta y la vergüenza de una muerte infame, nos hace ahora partícipes de su vida inmortal, y nos concede su mirada de ternura y compasión hacia los hambrientos y sedientos, los extranjeros y los encarcelados, los marginados y descartados, las víctimas del abuso y la violencia. El mundo está lleno de personas que sufren en el cuerpo y en el espíritu, mientras que las crónicas diarias están repletas de informes sobre delitos brutales, que a menudo se cometen en el ámbito doméstico, y de conflictos armados a gran escala que someten a poblaciones enteras a pruebas indecibles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cristo resucitado indica caminos de esperanza a la querida Siria, un país desgarrado por un largo conflicto, con su triste rastro de destrucción, muerte, desprecio por el derecho humanitario y la desintegración de la convivencia civil. Encomendamos al poder del Señor resucitado las conversaciones en curso, para que, con la buena voluntad y la cooperación de todos, se puedan recoger frutos de paz y emprender la construcción una sociedad fraterna, respetuosa de la dignidad y los derechos de todos los ciudadanos. Que el mensaje de vida, proclamado por el ángel junto a la piedra removida del sepulcro, aleje la dureza de nuestro corazón y promueva un intercambio fecundo entre pueblos y culturas en las zonas de la cuenca del Mediterráneo y de Medio Oriente, en particular en Irak, Yemen y Libia. Que la imagen del hombre nuevo, que resplandece en el rostro de Cristo, fomente la convivencia entre israelíes y palestinos en Tierra Santa, así como la disponibilidad paciente y el compromiso cotidiano de trabajar en la construcción de los cimientos de una paz justa y duradera a través de negociaciones directas y sinceras. Que el Señor de la vida acompañe los esfuerzos para alcanzar una solución definitiva de la guerra en Ucrania, inspirando y apoyando también las iniciativas de ayuda humanitaria, incluida la de liberar a las personas detenidas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que el Señor Jesús, nuestra paz (cf. Ef 2,14), que con su resurrección ha vencido el mal y el pecado, avive en esta fiesta de Pascua nuestra cercanía a las víctimas del terrorismo, esa forma ciega y brutal de violencia que no cesa de derramar sangre inocente en diferentes partes del mundo, como ha ocurrido en los recientes atentados en Bélgica, Turquía, Nigeria, Chad, Camerún y Costa de Marfil; que lleve a buen término el fermento de esperanza y las perspectivas de paz en África; pienso, en particular, en Burundi, Mozambique, la República Democrática del Congo y en el Sudán del Sur, lacerados por tensiones políticas y sociales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Dios ha vencido el egoísmo y la muerte con las armas del amor; su Hijo, Jesús, es la puerta de la misericordia, abierta de par en par para todos. Que su mensaje pascual se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos. Y que se promueva en todo lugar la cultura del encuentro, la justicia y el respeto recíproco, lo único que puede asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Cristo resucitado, anuncio de vida para toda la humanidad que reverbera a través de los siglos, nos invita a no olvidar a los hombres y las mujeres en camino para buscar un futuro mejor. Son una muchedumbre cada vez más grande de emigrantes y refugiados —incluyendo muchos niños— que huyen de la guerra, el hambre, la pobreza y la injusticia social. Estos hermanos y hermanas nuestros, encuentran demasiado a menudo en su recorrido la muerte o, en todo caso, el rechazo de quien podrían ofrecerlos hospitalidad y ayuda. Que la cita de la próxima Cumbre Mundial Humanitaria no deje de poner en el centro a la persona humana, con su dignidad, y desarrollar políticas capaces de asistir y proteger a las víctimas de conflictos y otras situaciones de emergencia, especialmente a los más vulnerables y los que son perseguidos por motivos étnicos y religiosos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que, en este día glorioso, «goce también la tierra, inundada de tanta claridad» (Pregón pascual), aunque sea tan maltratada y vilipendiada por una explotación ávida de ganancias, que altera el equilibrio de la naturaleza. Pienso en particular a las zonas afectadas por los efectos del cambio climático, que en ocasiones provoca sequía o inundaciones, con las consiguientes crisis alimentarias en diferentes partes del planeta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Con nuestros hermanos y hermanas perseguidos por la fe y por su fidelidad al nombre de Cristo, y ante el mal que parece prevalecer en la vida de tantas personas, volvamos a escuchar las palabras consoladoras del Señor: «No tengáis miedo. ¡Yo he vencido al mundo!» (Jn 16,33). Hoy es el día brillante de esta victoria, porque Cristo ha derrotado a la muerte y su resurrección ha hecho resplandecer la vida y la inmortalidad (cf. 2 Tm 1,10). «Nos sacó de la esclavitud a la libertad, de la tristeza a la alegría, del luto a la celebración, de la oscuridad a la luz, de la servidumbre a la redención. Por eso decimos ante él: ¡Aleluya!» (Melitón de Sardes, Homilía Pascual).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A quienes en nuestras sociedades han perdido toda esperanza y el gusto de vivir, a los ancianos abrumados que en la soledad sienten perder vigor, a los jóvenes a quienes parece faltarles el futuro, a todos dirijo una vez más las palabras del Señor resucitado: «Mira, hago nuevas todas las cosas... al que tenga sed yo le daré de la fuente del agua de la vida gratuitamente» (Ap 21,5-6). Que este mensaje consolador de Jesús nos ayude a todos nosotros a reanudar con mayor vigor la construcción de caminos de reconciliación con Dios y con los hermanos. ¡Tenemos tanta necesidad! </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-24131410615032297712016-02-19T07:19:00.002-08:002016-02-19T07:21:11.114-08:00Predicación de cuaresma del padre Raniero Cantalamessa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga54ybd9PioLmY2s6p-1AKHM1xTTdNrBambnPuGj5cpvBkc3NNDWogIW9orY8I-MLGhmOYHSCa7o51BfZZa9DskOyKCsF4ge7ng1t0s_5zyAN9vmzdY-3jVJ8HgaFWIhrkjsrU6kqJss8/s1600/CAPUCHINOS+M%25C3%2589XICO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="287" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga54ybd9PioLmY2s6p-1AKHM1xTTdNrBambnPuGj5cpvBkc3NNDWogIW9orY8I-MLGhmOYHSCa7o51BfZZa9DskOyKCsF4ge7ng1t0s_5zyAN9vmzdY-3jVJ8HgaFWIhrkjsrU6kqJss8/s400/CAPUCHINOS+M%25C3%2589XICO.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Primera predicación de Cuaresma. La adoración en espíritu y verdad. Reflexión sobre la constitución Sacrosanctum Concilium
<br />
<br />
<ol style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin: 0px 0px 20px 40px; padding: 0px;">
<li style="box-sizing: border-box; list-style-type: decimal; text-align: justify;"><b><span style="font-family: inherit;">El Concilio Vaticano II: un afluente, no el río.</span></b></li>
</ol>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">En estas meditaciones de cuaresma querría proseguir en las reflexiones sobre otros grandes documentos del VaticanoII, después de haber meditado en Adviento, sobre la Lumen Gentium. Creo entretanto que sea útil hacer una premisa. El Vaticano II es un afluente y no el río. En su famosa obra sobre “El desarrollo de la doctrina cristiana”, el beato cardenal Newman ha afirmado con fuerza que detener la tradición en un punto de su curso, incluso si fuera un concilio ecuménico, sería volver muerta una tradición y no “una tradición viviente”. La tradición es como una música. ¿Qué sería de una melodía si se detuviera en una nota, repitiéndola hasta el infinito? Sucede con un disco que se arruina y sabemos que efecto produce.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">San Juan XXIII quería que el concilio fuera para la Iglesia como “una nueva Pentecostés”. En un punto al menos esta oración ha sido escuchada. Después del concilio hubo un despertar del Espíritu Santo. Este no es más “el desconocido” en la Trinidad. La Iglesia ha tomado una conciencia más clara de su presencia y de su acción. En la homilía de la misa crismal del Jueves Santo de 2012, Benedicto XVI afirmaba:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“Quien mira a la historia de la época post conciliar puede reconocer la dinámica de la verdadera renovación, que frecuentemente ha asumido formas inesperadas en movimientos llenos de vida y que vuelve casi tangible la vivacidad de la santa Iglesia, la presencia y la acción eficaz del Espíritu Santo”.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Esto no significa que podemos descuidar los textos del concilio o ir más allá de esos; sino que significa releer el Concilio a la luz de sus mismos frutos. Que los concilios ecuménicos puedan tener efectos no entendidos en el momento por quienes tomaron parte, es una verdad señalada por el mismo cardenal Newman a propósito del Vaticano I<a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn1" name="_ftnref1" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[1]</a>, pero testimoniada diversas veces durante la historia. El concilio ecuménico de Éfeso del 431, con la definición de María como Theotokos, Madre de Dios, se proponía afirmar la unidad de la persona de Cristo, no de incrementar el culto a la Virgen, pero de hecho su fruto más evidente fue justamente este último.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Si hay un campo en el cual la teología y la vida de la Iglesia católica se ha enriquecido en estos 50 años del post-concilio, sin dudas es el relativo al Espíritu Santo. En todas las principales denominaciones cristianas se ha afirmado en los últimos tiempos aquella que, con una expresión cuñada por Karl Barth, es definida “la Teología del tercer artículo”. La teología del tercer artículo es aquella que no termina con el artículo sobre el Espíritu Santo pero comienza con esto; que toma en cuenta el orden según el cual se formó la fe cristiana y su credo, y no solamente su producto final. Fue de hecho a la luz del Espíritu Santo que los apóstoles descubrieron quien era verdaderamente Jesús y su revelación sobre el Padre.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">El credo actual de la Iglesia es perfecto y nadie se sueña de cambiarlo, pero refleja el producto final, la última etapa alcanzada por la fe, no el camino a través el cual se llega a eso, mientras que teniendo en vista a una renovada evangelización, es vital para nosotros conocer también el camino hacia el cual se llega a la fe, no solo su codificación definitiva que proclamamos de memoria en el Credo.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Bajo esta luz aparecen claramente las implicaciones de ciertas afirmaciones del concilio, pero aparecen también algunos vacíos y lagunas que es necesario llenar, en particular justamente a propósito del rol del Espíritu Santo. San Juan Pablo II ya había tomado en cuenta esta necesidad, cuando en ocasión del XVI centenario del concilio ecuménico de Constantinópolis, en 1981, escribía en su Carta Apostólica la siguiente afirmación:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“Toda la obra de renovación de la Iglesia, que el Concilio Vaticano II ha así providencialmente propuesto e iniciado (…) no puede realizarse si no en el Espíritu Santo, o sea con la ayuda de su luz y de su potencia” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn2" name="_ftnref2" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[2]</a>.</span></div>
<ol start="2" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin: 0px 0px 20px 40px; padding: 0px;">
<li style="box-sizing: border-box; list-style-type: decimal; text-align: justify;"><b><span style="font-family: inherit;">El lugar del Espíritu Santo en la liturgia</span></b></li>
</ol>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Esta premisa general se revela particularmente útil al abordar el tema de la liturgia, la Sacrosanctum concilium. El texto nace de la necesidad, advertida desde hace tiempo y desde diversas partes, de una renovación de las formas y de los ritos de la liturgia católica. Desde este punto de vista, sus frutos han sido tantos, y muy benéficos para la Iglesia. Se advertía menos en ese momento, la necesidad de detenerse en lo que, después de Romano Guardini, se suele llamar “el espíritu de la liturgia”<a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn3" name="_ftnref3" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[3]</a> y que, en el sentido que ahora explicaré, yo la llamaría más bien “la liturgia del Espíritu” (¡Espíritu con mayúscula!).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Fieles en la intención declarada en estas nuestras meditaciones, de valorizar algunos aspectos más espirituales e interiores de los textos conciliares, es justamente sobre este punto que querría reflexionar. La SC dedica a esto solamente un breve texto inicial, fruto del debate que antecedió a la redacción final de la constitución <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn4" name="_ftnref4" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[4]</a>:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“Para cumplir esta obra así grande, con la cual se da a Dios una gloria perfecta y los hombres son santificados, Cristo asocia siempre a sí la Iglesia, su esposa muy amada, la cual invoca como a su Señor y por medio él vuelve el culto al eterno Padre”. Justamente por esto la liturgia es considerada como el ejercicio de la función sacerdotal de Jesucristo. En ella la santificación del hombre está simbolizada por medio de signos sensibles y realizada de manera propia en cada uno de esos; en ella el culto público integral está ejercitado por el cuerpo místico de Jesucristo, o sea por la cabeza y sus miembros. Por lo tanto cada celebración litúrgica, en cuanto obra de Cristo sacerdote y de su cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, y ninguna otra acción de la Iglesia se iguala en eficacia y con el mismo título y mismo grado” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn5" name="_ftnref5" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[5]</a>.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Es en los sujetos, o en los ‘actores’, de la liturgia que hoy estamos en grado de notar una laguna en esta descripción. Los protagonistas aquí puestos en luz son dos: Cristo y la Iglesia. Falta una mención al lugar del Espíritu Santo. También en el resto de la constitución, el Espíritu Santo no es nunca objeto de una mención directa, solamente nominado aquí y allí, y siempre ‘oblicuamente’.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">El Apocalipsis nos indica el orden y el número completo de los actores litúrgicos cuando resume el culto cristiano en la frase: “ ¡El Espíritu y la Esposa dicen (a Cristo Señor), Ven!”. (Ap 22,17). Pero Jesús ya había expresado de manera perfecta la naturaleza y la novedad del culto de la Nueva Alianza en el diálogo con la Samaritana: “Viene la hora -y es esta- en la cual los verdaderos adoradores adorarán el Padre en Espíritu y Verdad” (Gv 4, 23).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La expresión “Espíritu y Verdad”, a la luz del vocabulario de Juan, puede significar solamente dos cosas: o “el Espíritu de verdad”, o sea el Espíritu Santo (Gv 14,17; 16,13), o el Espíritu de Cristo que es la verdad (Gv 14,6). Una cosa es cierta: esa no tiene nada que ver con la explicación subjetiva, que le gusta a los idealistas y a los románticos, según los cuales el “espíritu y verdad”, indicaría la interioridad escondida del hombre, en oposición a cada culto externo y visible. No se trata solamente del paso de lo exterior al interior, sino del paso de lo humano a lo divino.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Si la liturgia cristiana “es el ejercicio de la función sacerdotal de Jesucristo”, el camino mejor para descubrir su naturaleza es ver como Jesús ejercitó su función sacerdotal en su vida y en la muerte. La tarea del sacerdote es ofrecer “oración y sacrificios” a Dios (cf. Ebr 5,1; 8,3). Ahora sabemos que era el Espíritu Santo que ponía en el corazón del Verbo hecho carne el grito ‘Abba’ que encierra cada oración. Lucas lo indica explícitamente cuando escribe: “En aquella misma hora Jesús exultó de alegría en el Espíritu Santo y dijo: Te doy alabanza oh Padre, Señor del cielo y de la tierra…”(cf. Lc 10, 21).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La misma ofrenda de su cuerpo en sacrificio sobre la cruz, fue, según la Carta a los Hebreos, “en un Espíritu eterno” (Ebr 9,14), o sea por un impulso del Espíritu Santo.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">San Basilio tiene un texto iluminador:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“El camino del conocimiento de Dios procede del único Espíritu, a través el único Hijo, hasta el único Padre; inversamente la bondad natural, la santificación según la naturaleza, la dignidad real se difunden desde el Padre, por medio del Unigénito, hasta el Espíritu” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn6" name="_ftnref6" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[6]</a>.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">En otras palabras, el orden de la creación, o de la salida de las criaturas de Dios, parte desde el Padre, pasa a través del Hijo y llega a nosotros en el Espíritu Santo. El orden del conocimiento o de nuestro regreso a Dios, del cual la liturgia es la expresión más alta, sigue el camino inverso: parte desde el Espíritu, pasa a través del Hijo y termina en el Padre. Esta visión descendiente y ascendiente de la misión del Espíritu Santo está presente también en el mundo latino. El beato Isaac della Stella (siglo XII) la expresa en términos muy cercanos a los de Basilio.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“Así como las cosas divinas bajan hacia nosotros desde el Padre por medio del Hijo y en el Espíritu Santo, así las cosas humanas ascienden al Padre a través del Hijo, en el Espíritu Santo” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn7" name="_ftnref7" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[7]</a>.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">No se trata por así decir, de apostar por una u otra de las tres personas de la Trinidad, sino de salvaguardar el dinamismo trinitario de la liturgia. El silencio sobre el Espíritu Santo atenúa inevitablemente el carácter trinitario de la liturgia. Por esto me parece oportuno la llamada de atención que san Juan Pablo II hacía en la <em style="box-sizing: border-box;">Novo millennio ineunte</em>:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“Realizada en nosotros por el Espíritu Santo, nos abre, por Cristo y en Cristo, a la contemplación del rostro del Padre. Aprender esta lógica trinitaria de la oración cristiana, viviéndola plenamente ante todo en la liturgia, cumbre y fuente de la vida eclesial,17 pero también de la experiencia personal, es el secreto de un cristianismo realmente vital, que no tiene motivos para temer el futuro, porque vuelve continuamente a las fuentes y se regenera en ellas” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn8" name="_ftnref8" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[8]</a>.</span></div>
<ol start="3" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin: 0px 0px 20px 40px; padding: 0px;">
<li style="box-sizing: border-box; list-style-type: decimal; text-align: justify;"><span style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;"><span style="font-family: inherit;">La adoración “en el Espíritu”</span></span></li>
</ol>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Tratemos de tomar, a partir de estas premisas, alguna indicación práctica para nuestra forma de vivir la liturgia y hacer que se lleve a cabo una de sus tareas primarias que es la santificación de las almas. El Espíritu no autoriza inventar nuevas y arbitrarias formas de liturgia o modificar por propia iniciativa las existentes (tarea que corresponde a la jerarquía). Él es el único que renueva y da la vida a todas las expresiones de la liturgia. En otras palabras, el Espíritu no hace cosas nuevas, ¡hace nuevas las cosas! El dicho de Jesús repetido por Pablo: “Es el Espíritu que da la vida” (Jn 6, 63; 2 Cor 3, 6) se aplica en primer lugar a la liturgia.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">El apóstol exhortaba a sus fieles a rezar “en el Espíritu” (Ef. 6,18; cf. también Judas 20). ¿Qué significa rezar en el Espíritu? Significa permitir a Jesús continuar ejercitando el propio oficio sacerdotal en su cuerpo que es la Iglesia. La oración cristiana se convierte en prolongación en el cuerpo de la oración de la cabeza. Es conocida la afirmación de san Agustín:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“El Señor nuestro Jesucristo, Hijo de Dios es quien que reza por nosotros, que reza en nosotros y que es rezado por nosotros. Reza por nosotros como nuestro sacerdote, reza en nosotros como nuestra cabeza, es rezado por nosotros como nuestro Dios. Reconocemos por tanto en él nuestra voz, y en nosotros su voz” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn9" name="_ftnref9" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[9]</a>.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Es esta luz, la liturgia nos aparece como el “opus Dei”, la “obra de Dios”, no solo porque tiene Dios por objeto, sino también porque tiene a Dios como sujeto; Dios no solo està rezado por nosotros, sino que reza en nosotros. El mismo grito ¡Abbà! que el Espíritu, viniendo a nosotros, dirige al Padre (Gal 4, 6; Rom 8, 15) demuestra que quien reza en nosotros, a través del Espíritu, es Jesús, el Hijo único de Dios. Por sí mismo, de hecho, el Espíritu Santo no podría dirigirse a Dios, llamándolo Abbà, Padre, porque él no es engendrado, sino que solamente “procede” del Padre. Si lo puede hacer, es porque es el Espíritu de Cristo quien continúan en nosotros su oración filial.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Es sobre todo cuando la oración se hace fatiga y lucha que se descubre toda la importancia del Espíritu Santo para nuestra vida de oración. El Espíritu se convierte, entonces, en la fuerza de nuestra oración “débil” (Rom 8, 26), en la luz de nuestra oración apagada; en una palabra, el alma de nuestra oración. Realmente, él “riega lo que está seco”, como decimos en la secuencia en su honor.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Todo esto sucede por la fe. Basta que yo diga o piense: “Padre, tú me has donado el Espíritu de Jesús; formando, por eso, “un solo Espíritu”, con Jesús, yo recito este salmo, celebro esta santa misa, o estoy simplemente en silencio, aquí en tu presencia. Quiero darte esa gloria y esa alegría que te daría Jesús, si fuera él quien te rezara todavía desde la tierra”.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">El Espíritu Santo vivifica de forma particular la oración de adoración que es el corazón de toda oración litúrgica. Su peculiaridad deriva del hecho que es el único sentimiento que podemos nutrir solo y exclusivamente hacia las personas divinas. Es lo que distingue el culto de latría, del de dulía reservado a los santos y de hiperdulía reservado a la Santa Virgen. Nosotros veneramos a la Virgen, no la adoramos, contrariamente a lo que algunos piensan de los católicos.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La adoración cristiana es también la trinitaria. Lo es en su desarrollarse, porque es adoración dirigida “al Padre, por medio del Hijo, en el Espíritu Santo” y lo es en su término, porque es adoración hecha, juntos “al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo”.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">En la espiritualidad occidental, quien ha desarrollado más a fondo el tema de la adoración ha sido el cardenal Pierre de Bérulle (1575-1629). Para él, Cristo es el perfecto adorador del Padre, a quien es necesario unirse para adorar a Dios con una adoración de valor infinito<a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn10" name="_ftnref10" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[10]</a>. Escribe:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“De toda la eternidad, había un Dios infinitamente adorable, pero no había aún un adorador infinito; […] Tu eres ahora, oh Jesús, este adorador, este hombre, este servidor infinito por potencia, cualidad y dignidad, para satisfacer plenamente este deber y hacer este homenaje divino” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn11" name="_ftnref11" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[11]</a>.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Si hay una laguna en esta visión que también ha dado a la Iglesia frutos bellísimo y ha plasmado la espiritualidad francesa por varios siglos, esta es la misma que hemos destacado en la constitución del Vaticano II: la insuficiente atención acordada al rol del Espíritu Santo. Del Verbo encarnado, el discurso de Bérulle pasa a la “corte real” que lo sigue y lo acompaña: la Santa Virgen, Juan Bautista, los apóstoles, los santos; falta el reconocimiento del rol esencial del Espíritu Santo.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">En cada movimiento de regreso a Dios, nos ha recordado san Basilio, todo parte del Espíritu, pasa a través del Hijo y termina en el Padre. Por tanto, no basta con recordar de vez en cuando que también existe el Espíritu Santo; es necesario reconocer su papel de eslabón esencial, tanto en el camino de salida de las criaturas de Dios como en el de regreso de las criaturas a Dios. El abismo existente entre nosotros y el Jesús de la historia está colmado por el Espíritu Santo. Sin él, todo en la liturgia no es más que la memoria; con él, todo es también presencia.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">En el libro del Éxodo, leemos que, en el Sinaí, Dios indicó a Moisés una cavidad en la roca, oculto dentro de ella habría podido contemplar su gloria sin morir (cf. Ex 33, 21). Al comentar este pasaje, el mismo san Basilio escribe:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“¿Cuál es hoy, para nosotros los cristianos, esa cavidad, ese lugar en el que podemos refugiarnos para contemplar y adorar a Dios? ¡Es el Espíritu Santo! ¿De quien lo sabemos? Por el mismo Jesús que dijo: ¡Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y verdad!” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn12" name="_ftnref12" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[12]</a>.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">¡Qué perspectivas, qué belleza, qué poder, qué atracción confiere todo esto al ideal de adoración cristiano! ¿Quién no siente la necesidad de ocultarse de vez en cuando, en el vórtice giratorio del mundo, en aquella cavidad espiritual para contemplar a Dios y adorarlo como Moisés?</span></div>
<ol start="4" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin: 0px 0px 20px 40px; padding: 0px;">
<li style="box-sizing: border-box; list-style-type: decimal; text-align: justify;"><b><span style="font-family: inherit;">La oración de intercesión</span></b></li>
</ol>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Junto a la adoración, un componente esencial de la oración litúrgica es la intercesión. En toda su oración, la Iglesia no hace más que interceder: por ella y por el mundo, por los justos y por los pecadores, por los vivos y por los muertos. También esta es una oración que el Espíritu Santo quiere animar y confirmar. De él, san Pablo escribe:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos” (Rm 8, 26-27).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">El Espíritu Santo intercede por nosotros y nos enseña a interceder, a su vez, por los demás. Hacer una oración de intercesión significa unirse, en la fe, a Cristo resucitado que vive en un constante estado de intercesión por el mundo (cf. Rm 8, 34; Hb 7, 25; 1 Jn 2, 1). En la gran oración con la que concluyó su vida terrena, Jesús nos ofrece el ejemplo más sublime de intercesión:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“Ruego por ellos, por los que me has dado. […] Guárdalos en tu nombre. No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. Santifícalos en la verdad. […] No ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí…”(cf. Jn 17, 9 ss).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Del Siervo sufriente se dice, en Isaías, que Dios le premia con las multitudes “porque cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores” (Is 53, 12): Esta profecía ha encontrado su perfecto cumplimiento en Jesús, que, en la cruz, intercede por sus crucifixores (cf. Lc 23, 34).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La eficacia de la oración de intercesión no depende de “multiplicar las palabras” (cf. Mt 6, 7), sino del grado de unión que se puede lograr con las disposiciones filiales de Cristo. Más que palabras de intercesión, se debe, en todo caso, multiplicar los intercesores, es decir, invocar la ayuda de María y de los santos. En la fiesta de Todos los Santos, la Iglesia pide a Dios ser escuchada “por la abundancia de los intercesores” (“multiplicatis intercessoribus”).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Se multiplican los intercesores también cuando oramos los unos por los otros. San Ambrosio dice:</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“Si sólo ruegas por ti, también tú serás el único que suplica por ti. Y, si todos ruegan solamente por sí mismos, la gracia que obtendrá el pecador será, sin duda, menor que la que obtendría del conjunto de los que interceden si éstos fueran muchos. Pero, si todos ruegan por todos, habrá que decir también que todos ruegan por ti, porque incluido entre todos aquellos ” <a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftn13" name="_ftnref13" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[13]</a>.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La oración de intercesión es tan agradable a Dios, porque es la más libre de egoísmo, refleja más de cerca la gratuidad divina y concuerda con la voluntad de Dios, que quiere que “todos los hombres se salven” (cf. 1 Tim 2, 4). Dios es como un padre compasivo que tiene el deber de castigar, pero que busca todas las excusas posibles para no tener que hacerlo y es feliz, en su corazón, cuando los hermanos del culpable lo retienen de hacerlo.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Si faltan estos brazos fraternales extendidos hacia él, se queja en la Escritura: “Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese” (Is 59, 16). Ezequiel nos transmite este lamento de Dios: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ez 22, 30).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La palabra de Dios resalta el extraordinario poder que tiene junto a Dios, por su misma disposición, la oración de quienes ha puesto a la guía de su pueblo. Se dice en un salmo que Dios había decidido exterminar a su pueblo debido al ternero de oro, “si Moises no hubiera estado en la brecha, delante de Él para desviar su cólera”. (cf Sal 106, 23).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">A los pastores y a las guías espirituales yo oso decir: cuando en la oración escuchan que Dios está airado con el pueblo que les ha sido confiado, ¡no se alineen en seguida con Dios, sino con el pueblo! Así hizo Moisés, hasta protestar de querer ser expulsado él mismo, con ellos, del libro de la vida. (cf Es 32, 32), y la Biblia hace entender que esto era exactamente lo que Dios deseaba, porque Èl “abandonó el propósito de castigar a su pueblo”.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando se está delante del pueblo, entonces tenemos que dar razón, con toda la fuerza, a Dios. Peró Moisés cuando poco después se encontró delante del pueblo, entonces se encendió su ira: rompió el ternero de oro, desparramó el polvo en el agua y le hizo tragar el agua a la gente (cf Es 32, 19 ss). Solamente quien defendió al pueblo delante de Dios y llevó el peso de su pecado, tiene el derecho -y tendrá el coraje- después, de gritar contra eso, en defensa de Dios, como hizo Moisés.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Terminamos proclamando juntos el texto que refleja mejor el lugar del Espíritu Santo y la orientación trinitaria de la liturgia, o sea la dosología final del canon romano: “Por Cristo, con Cristo y en Cristo, a ti Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, cada honor y cada gloria por los siglos de los siglos, Amén”.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; font-size: 18px; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref1" name="_ftn1" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none;">[1]</a> Cf. I. Ker, <em style="box-sizing: border-box;">Newman, the Councils, and Vatican II</em>, in “Communio”. International Catholic Review, 2001, pp. 708-728.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref2" name="_ftn2" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[2]</a> Juan Pablo II, Carta apostolica <em style="box-sizing: border-box;">A Concilio Constantinopolitano I</em>, 25 marzo 1981, in AAS 73 (1981) 515-527.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref3" name="_ftn3" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[3]</a> R.Guardini, <em style="box-sizing: border-box;">Vom Geist del Liturgie</em>, 23 ed., Grünewald 2013; J. Ratzinger, <em style="box-sizing: border-box;">Der Geist del Liturgie</em>, Herder, Freiburg, i.b., 2000.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref4" name="_ftn4" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[4]</a> <em style="box-sizing: border-box;">Storia del Concilio Vaticano II</em>, a cura di G. Alberigo, Bologna 1999, III, p 245 s.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref5" name="_ftn5" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[5]</a> SC, 7.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref6" name="_ftn6" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[6]</a> S. Basilio di Cesarea<em style="box-sizing: border-box;">, De Spiritu Sancto</em> XVIII, 47 (PG 32 , 153).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref7" name="_ftn7" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[7]</a> B. Isacco della Stella, <em style="box-sizing: border-box;">De anima</em> (PL 194, 1888).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref8" name="_ftn8" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[8]</a> NMI, 32.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref9" name="_ftn9" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[9]</a> Augustin, <em style="box-sizing: border-box;">Enarrationes in Psalmos 85,</em> 1: CCL 39, p. 1176.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref10" name="_ftn10" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[10]</a> M. Dupuy, <em style="box-sizing: border-box;">Bérulle, une spiritualité de l’adoration</em>, Paris 1964.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;"><span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 27px;">[10] M. Dupuy, </span><em style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; line-height: 27px;">Bérulle, une spiritualité de l’adoration</em><span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 27px;">, Paris 1964. .</span></span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px;">
</div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref11" name="_ftn11" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[11]</a> P. de Bérulle, <em style="box-sizing: border-box;">Discours de l’Etat et des grandeurs de Jésus </em>(1623), ed. Paris 1986, Discours II, 12.</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref12" name="_ftn12" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none; transition: all 0.3s ease-in-out;">[12]</a> S. Basilio, <em style="box-sizing: border-box;">De Spiritu Sancto</em>, XXVI,62 (PG 32, 181 s.).</span></div>
<div style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: 'Droid Serif'; line-height: 27px; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><a href="https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-predicacion-de-cuaresma-del-padre-raniero-cantalamessa/#_ftnref13" name="_ftn13" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #0b3c5c; outline: none; text-decoration: none;">[13]</a> Ambrosio, <em style="box-sizing: border-box;">De Cain et Abel</em>, I, 39 (CSEL 32, p. 372).</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-43160899553210378132016-02-19T07:12:00.000-08:002016-02-19T07:12:04.553-08:00Las 12 mejores frases del Papa en México<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDCy20FqcxNKtBqckvyXLOlBnoNugRtsMP-cEChQSRwdmwVG6oSF8YU-f-dcEPQy-1DwzpnPTgFe35S1MwTNBgh-AoaLjZHGDawrSKvW4c6R_-UpQDYgr6Bl0bc1i0JEz8Vy_WBXdo3pQ/s1600/papa+fco+mx.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDCy20FqcxNKtBqckvyXLOlBnoNugRtsMP-cEChQSRwdmwVG6oSF8YU-f-dcEPQy-1DwzpnPTgFe35S1MwTNBgh-AoaLjZHGDawrSKvW4c6R_-UpQDYgr6Bl0bc1i0JEz8Vy_WBXdo3pQ/s400/papa+fco+mx.png" width="266" /></a><br />
1. “México es un gran país” (Discurso a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, 13 de febrero de 2016)<br />
<br />
2. “Si tienen que pelearse, peléense; si tienen que decirse cosas, se las digan; pero como hombres” (Discurso a los obispos de México, 13 de febrero 2016)<br />
<br />
3. “Las lágrimas de los que sufren no son estériles” (Homilía en la Basílica de Guadalupe, 13 de febrero 2016) .<br />
<br />
4. “Cuántas veces somos ciegos e inmunes ante la falta del reconocimiento de la dignidad propia y ajena”. (Homilía de la misa celebrada en Ecatepec, 14 de febrero 2016)<br />
<br />
5. “Quiero pedirle a Dios que bendiga […] A todas las personas que no sólo con medicamentos sino con ‘la cariñoterapia’ ayudan a que este tiempo sea vivido con mayor alegría” (Visita al hospital pediátrico “Federico Gómez”, 14 de febrero 2016)<br />
<br />
6.“¡Perdón!, perdón hermanos. El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes”. (Santa misa con las comunidades indígenas de Chiapas, 15 de febrero 2016)<br />
<br />
7.“Prefiero una familia con rostro cansado por la entrega a rostros maquillados que no han sabido de ternura y compasión”. (Encuentro con las familias, 15 de febrero 2016)<br />
<br />
8. “No somos ni queremos ser funcionarios de lo divino”. (Santa misa con sacerdotes, religiosas, religiosos, consagrados y seminaristas, 16 de febrero 2016)<br />
<br />
9. “Jesús nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama discípulos”. (Encuentro con los jóvenes, 16 de febrero 2016)<br />
<br />
10. “La reinserción no comienza acá en estas paredes; sino que comienza antes, comienza afuera, en las calles de la ciudad”. (Visita al centro de readaptación social Cereso 3, 17 de febrero 2016)<br />
<br />
11.“Dios pedirá cuenta a los esclavistas de nuestros días”. (Encuentro con el mundo del trabajo, 17 de febrero 2016)<br />
<br />
12.<span style="text-align: center;">Los jóvenes, ‘carne de cañón’, son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas. (Homilía de la misa celebrada en Ciudad Juárez, 17 de febrero 2016)</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-39794089936485122882016-02-12T21:37:00.001-08:002016-02-12T21:37:29.642-08:00Declaración conjunta del Papa Francisco y del Patriarca Kiril de Moscú<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpdKOixCs3td40v8oqsl1_JY8MOGMX3NjFVQ_Ku5wUOVfyq3LVBXSKr9mvKu1z2ADEBb3SE6CohqRWNdhXMnopgyZke3EWFOGiA_OlTxL8juxWbBnbE3gZG_Llr4m0f8VaMzRO4rLw9tA/s1600/Declaraci%25C3%25B3n+conjunta+del+Papa+Francisco+y+del+Patriarca+Kiril+de+Mosc%25C3%25BA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpdKOixCs3td40v8oqsl1_JY8MOGMX3NjFVQ_Ku5wUOVfyq3LVBXSKr9mvKu1z2ADEBb3SE6CohqRWNdhXMnopgyZke3EWFOGiA_OlTxL8juxWbBnbE3gZG_Llr4m0f8VaMzRO4rLw9tA/s400/Declaraci%25C3%25B3n+conjunta+del+Papa+Francisco+y+del+Patriarca+Kiril+de+Mosc%25C3%25BA.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Papa Francisco y el Patriarca ortodoxo ruso Kirill se encontraron en La Habana Cuba, sostuvieron un encuentro privado y firmaron una declaración junta cuyo texto completo reproducimos a continuación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Declaración conjunta del Papa Francisco y del Patriarca Kiril de Moscú</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la participación del Espíritu Santo estén con todos vosotros” (2 Corintios 13,13).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
1. Por la voluntad de Dios Padre, de quien procede todo don, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, con la ayuda del Espíritu Santo Consolador, nosotros, Francisco, Papa y Obispo de Roma, y Kiril, Patriarca de Moscú y Toda Rusia, reunimos hoy en La Habana. Damos gracias a Dios, glorificado en la Santísima Trinidad, por este encuentro, el primero en la historia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Con alegría, nos reunimos como hermanos en la fe cristiana que se encontraron para “hablar... personalmente” (2 Juan, 12), de corazón a corazón, y discutir las relaciones mutuas entre las Iglesias, los problemas palpitantes de nuestro rebaño y las perspectivas del desarrollo de la civilización humana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
2. Nuestro encuentro fraterno se llevó a cabo en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste. Desde esta isla, un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX, dirigimos nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros continentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nos alegra el hecho de que hoy en día aquí la fe cristiana evoluciona dinámicamente. El potencial religioso de gran alcance en América Latina, sus tradiciones cristianas multiseculares, manifestadas en la experiencia personal de millones de personas, son clave para un gran futuro de esta región.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3. Al reunirnos a distancia de las antiguas disputas del Viejo Mundo, sentimos muy fuertemente la necesidad de colaboración entre los católicos y los ortodoxos, que deben estar siempre preparados para responder a cualquiera que les pida razón de la esperanza (1 Pedro 3, 15).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
4. Damos gracias a Dios por los dones que hemos recibido a través de la venida al mundo de su Hijo Unigénito. Compartimos la Tradición espiritual común del primer milenio del cristianismo. Los testigos de esta Tradición son la Santísima Madre de Dios, la Virgen María, y los santos a quienes veneramos. Entre ellos están innumerables mártires que mostraron su fidelidad a Cristo y se convirtieron en “la semilla de cristianos”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
5. A pesar de tener la Tradición común de diez primeros siglos, los católicos y los ortodoxos, durante casi mil años, están privados de comunicación en la Eucaristía. Permanecimos divididos dado a las heridas causadas por los conflictos del pasado lejano y reciente, por las diferencias heredadas de nuestros antepasados, en la comprensión y la explicación de nuestra fe en Dios, un ser único que existe como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Lamentamos la pérdida de la unidad, que era una consecuencia de la debilidad y la pecaminosidad humana, que se produjo a despecho de la oración del Primer Sacerdote, Cristo Salvador: “Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17, 21).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
6. Conscientes de muchos obstáculos que hay que superar, esperamos que nuestro encuentro contribuya a la obtención de la unidad mandada por Dios, por la que Cristo había rezado. Que nuestro encuentro inspire a los cristianos de todo el mundo para invocar con el nuevo fervor al Señor, orando sobre la plena unidad de todos sus discípulos. Que ésta, en el mundo que espera de nosotros no sólo palabras, sino acciones, sea un signo de esperanza para todas las personas de buena voluntad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
7. Teniendo firmeza en hacer todo lo necesario para superar las diferencias históricas heredadas por nosotros, queremos reunir nuestros esfuerzos a fin de dar testimonio del Evangelio de Cristo y del patrimonio común de la Iglesia del primer milenio, respondiendo conjuntamente a los desafíos del mundo moderno. Los ortodoxos y los católicos deben aprender a llevar el testimonio común de la verdad en aquellas áreas, en las que es posible y necesario. La civilización humana ha entrado en un período de cambios epocales. La conciencia cristiana y la responsabilidad pastoral no nos permiten que permanezcamos indiferentes ante los desafíos que requieren una respuesta conjunta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
8. Nuestra atención está dirigida principalmente hacia aquellas regiones del mundo donde los cristianos están sometidos a persecución. En muchos países de Oriente Medio y África del Norte, se exterminan familias completas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pueblos y ciudades enteros habitados por ellos. Sus templos están sometidos a la destrucción bárbara y a los saqueos, los santuarios – a la profanación, los monumentos – a la demolición. En Siria, Irak y otros países de Oriente Medio observamos con dolor el éxodo masivo de cristianos de la tierra donde nuestra fe comenzó a extenderse, y donde ellos vivían a partir de los tiempos apostólicos, junto con otras comunidades religiosas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
9. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio. Levantando nuestras voces en defensa de los cristianos perseguidos, también solidarizamos con sufrimientos de seguidores de otras tradiciones religiosas, que se han convertido en víctimas de la guerra civil, el caos y la violencia terrorista.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
10. En Siria e Irak esta violencia ha cobrado miles de vidas, dejando sin hogares y medios de vida a unos millones de personas. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a unirse para poner fin a la violencia y al terrorismo y al mismo tiempo, a través del diálogo, a contribuir a la pronta obtención de la paz civil. Se requiere una ayuda humanitaria de gran escala para el pueblo que sufre, y para muchos refugiados en los países vecinos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Solicitamos a todos los que pueden, influir en el destino de todos los secuestrados, incluyendo a los Metropolitas de Alepo, Pablo y Juan Ibrahim, capturados en abril de 2013, para hacer todo lo necesario a fin de su pronta liberación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
11. Enviamos oraciones a Cristo, Salvador del mundo, sobre el establecimiento en suelo de Oriente Medio de la paz, que es producto de la justicia (Isaías 32, 17), sobre el fortalecimiento de la convivencia fraterna entre diversos pueblos, Iglesias y religiones situados en esta tierra, sobre el regreso de los refugiados a sus casas, sobre la curación de los heridos y el reposo de almas de las víctimas inocentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Dirigimos a todas las partes que puedan estar involucradas en los conflictos, un ferviente llamamiento para manifestar buena voluntad y llegar a la mesa de negociación. Al mismo tiempo, es necesario que la comunidad internacional haga todos los esfuerzos posibles para poner fin al terrorismo mediante acciones comunes, conjuntas y sincronizadas. Hacemos un llamamiento a todos los países involucrados en la lucha contra el terrorismo, a las acciones responsables y prudentes. Hacemos un llamado a todos los cristianos y a todos los creyentes en Dios para rezar al Señor Creador y Providente que cuida el mundo, que guarde su creación de la destrucción y no permita una nueva guerra mundial. Para que la paz sea duradera y fiable, se requieren esfuerzos especiales destinadas al regreso a los valores comunes, que nos unen, basados en el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
12. Admiramos la valentía de aquellos que entregan sus vidas por haber dado testimonio de la verdad del Evangelio, prefiriendo la muerte ante la abjuración de Cristo. Creemos que los mártires de nuestros tiempos, procedentes de diferentes Iglesias, pero unidos por un sufrimiento común, son la clave para la unidad de los cristianos. A vosotros, los que sufren por Cristo, dirige su palabra el Apóstol del Señor: “Queridos hermanos,... alegraos de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también os llenéis de alegría cuando su gloria se manifieste” (1 Pedro 4, 12-13).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
13. En esta época turbadora se necesita el diálogo interreligioso. Las diferencias en comprensión de las verdades religiosas no deben impedir que las personas de diversas religiones vivan en paz y armonía. En las circunstancias actuales, los líderes religiosos tienen una responsabilidad especial por la educación de su rebaño en el espíritu de respeto por las creencias de aquellos que pertenecen a otras tradiciones religiosas. Los intentos de justificar actos criminales por consignas religiosas son absolutamente inaceptables. Ningún crimen puede ser cometido en el nombre de Dios, “porque Dios es Dios de paz y no de confusión” (1 Corintios 14, 33).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
14. Atestiguando el alto valor de la libertad religiosa, damos gracias a Dios por el renacimiento sin precedentes de la fe cristiana que ahora se lleva a cabo en Rusia y muchos países de Europa del Este, donde por décadas han gobernado regímenes ateos. Hoy en día, las cadenas del ateísmo militante cayeron, y en muchos lugares los cristianos son libres de profesar su fe. Durante un cuarto de siglo, aquí se erigieron decenas de miles de nuevos templos, se abrieron cientos de monasterios y escuelas teológicas. Las comunidades cristianas realizan amplias actividades caritativas y sociales, prestando diversa asistencia a los necesitados. Los ortodoxos y los católicos a menudo trabajan hombro con hombro. Ellos defienden la base espiritual común de la sociedad humana, dando testimonio de los valores evangélicos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
15. Al mismo tiempo, nos preocupa la situación que tiene lugar en tantos países, donde los cristianos enfrentan cada vez más la restricción de la libertad religiosa y del derecho a dar testimonio sobre sus creencias y a vivir de acuerdo con ellas. En particular, vemos que la transformación de algunos países en las sociedades secularizadas, ajenas de cualquier memoria de Dios y su verdad, implica una grave amenaza para la libertad religiosa. Estamos preocupados por la limitación de los derechos de los cristianos, por no hablar de la discriminación contra ellos, cuando algunas fuerzas políticas, guiadas por la ideología del secularismo que en numerosos casos se vuelve agresivo, tienden a empujarles a los márgenes de la vida pública.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
16. El proceso de la integración europea, que comenzó después de siglos de conflictos sangrientos, fue acogido por muchas personas con esperanza, como prenda de paz y seguridad. Al mismo tiempo, advertimos en contra de aquella clase de integración que no respeta la identidad religiosa. Respetamos la contribución de otras religiones a nuestra civilización, pero estamos convencidos de que Europa debe mantener la fidelidad a sus raíces cristianos. Hacemos un llamamiento a los cristianos en Europa Occidental y Europa Oriental a unirse a fin de dar testimonio conjunto sobre Cristo y el Evangelio, para que Europa mantenga su alma formada por dos mil años de la tradición cristiana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
17. Nuestra atención está destinada a las personas que se encuentran en una situación desesperada, viven en la pobreza extrema en el momento en que la riqueza de la humanidad está creciendo. No podemos permanecer indiferentes al destino de millones de migrantes y refugiados que tocan a las puertas de los países ricos. El consumo incontrolado, típico para algunos estados más desarrollados, agota rápidamente los recursos de nuestro planeta. La creciente desigualdad en la distribución de bienes terrenales, aumenta el sentido de la injusticia del sistema de las relaciones internacionales que se está implantando.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
18. Las Iglesias cristianas están llamadas a defender exigencias de la justicia, del respeto a las tradiciones nacionales y de la solidaridad efectiva con todos los que sufren. Nosotros, los cristianos, no debemos olvidar que “para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios” (1 Corintios 1, 27-29).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
19. La familia es el centro natural de la vida de un ser humano y de la sociedad. Estamos preocupados por la crisis de la familia en muchos países. Los ortodoxos y los católicos, compartiendo la misma visión de la familia, están llamados a testificar acerca de la familia como de un camino hacia la santidad, que se manifiesta en la fidelidad mutua de los cónyuges, su disponibilidad para dar a luz a los niños y formarles, en la solidaridad entre las generaciones y el respeto hacia los enfermizos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
20. La familia es fundada sobre el matrimonio que es un acto libre y fiel de amor entre un hombre y una mujer. El amor fortalece su unión, les enseña a aceptar uno a otros como a un don. El matrimonio es la escuela del amor y de la fidelidad. Lamentamos que otras formas de convivencia se equiparan ahora con esta unión, y la visión de la paternidad y la maternidad como de especial vocación del hombre y de la mujer en el matrimonio, santificada por la tradición bíblica, se expulsa de la conciencia pública.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
21. Hacemos un llamamiento a todos para respetar el derecho inalienable a la vida. Unos millones de bebés están privados de la propia posibilidad de aparecer a la luz. La sangre de los niños no nacidos pide a gritos a Dios que haga justicia. (Génesis 4, 10).</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La divulgación de la así llamada eutanasia conduce al hecho de que los ancianos y enfermos comienzan a sentirse carga excesiva para su familia y la sociedad en conjunto.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Expresamos nuestra preocupación por el uso cada vez más extendido de las tecnologías biomédicas de reproducción, porque la manipulación de la vida humana es un ataque contra los fundamentos del ser de la persona creada a imagen de Dios. Consideramos que nuestro deber es hacer acordarse sobre la inmutabilidad de los principios morales cristianos, basados en el respeto por la dignidad de la persona que está destinada a la vida de acuerdo con el plan de su Creador.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
22. Queremos hoy dirigir unas palabras especiales a la juventud cristiana. Vosotros, los jóvenes, no debéis esconder dinero en la tierra (Mateo 25, 25), sino usar todas las dotes dadas por Dios, para afirmar la verdad de Cristo en el mundo, realizar los mandamientos evangélicos del amor a Dios y al prójimo. No tengáis miedo de ir contra la corriente, defendiendo la verdad de Dios, con la que no siempre se ajustan las normas seculares modernas.</div>
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<br /></div>
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23. Dios os ama y espera de cada uno de vosotros que seáis sus discípulos y apóstoles. Sed la luz de este mundo, para que otros, viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que está en el cielo (Mateo 5, 14-16). Educad a los niños en la fe cristiana para entregarles la perla preciosa de la fe (Mateo 13, 46) que recibisteis de vuestros padres y antepasados. No olvidéis que “Dios os ha comprado por un precio” (1 Corintios 6, 20), el precio de la muerte en la cruz de Dios Hombre, Jesucristo.</div>
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<br /></div>
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24. Los ortodoxos y los católicos están unidos no sólo por la Tradición común de la Iglesia del primer milenio, sino también por la misión de predicar el Evangelio de Cristo en el mundo contemporáneo. Esta misión requiere respeto mutuo entre los miembros de las comunidades cristianas, excluye cualquier forma del proselitismo.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No somos competidores, sino hermanos: debemos arrancar de este concepto ejecutando todas actividades relacionadas con nuestros lazos y contactos con el mundo exterior. Instamos a los católicos y a los ortodoxos de todo el mundo para aprender a vivir juntos en paz, amor y armonía unos con otros (Romanos 15, 5). Es inaceptable el uso de medios incorrectos para obligar a los fieles a pasar de una Iglesia a otra, dejando de lado su libertad religiosa y sus propias tradiciones. Estamos llamados a poner en práctica el mandamiento de San Pablo Apóstol y “anunciar el evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo, para no construir sobre cimientos puestos por otros” (Romanos 15, 20).</div>
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<br /></div>
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25. Esperamos que nuestro encuentro contribuya a la reconciliación donde hay tensiones entre los greco-católicos y los ortodoxos. Hoy en día es obvio que el método de “la unión” de los siglos pasados que implica la unidad de una comunidad con la otra a costa de la separación de su Iglesia, no es la manera de restaurar la unidad. Al mismo tiempo, las comunidades eclesiásticas que han aparecido como resultado de circunstancias históricas tienen derecho a existir y hacer todo lo necesario para satisfacer menesteres espirituales de sus fieles, buscando la paz con sus vecinos. Los ortodoxos y los greco-católicos necesitan la reconciliación y la búsqueda de formas de convivencia mutuamente aceptables.</div>
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<br /></div>
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26. Lamentamos el enfrentamiento en Ucrania que ya cobró muchas vidas, causó sufrimientos innumerables a los civiles, hundió la sociedad en una profunda crisis económica y humanitaria. Hacemos un llamamiento a todas las partes del conflicto a tener prudencia, mostrar la solidaridad social y trabajar activamente para el establecimiento de la paz. Instamos a nuestras Iglesias en Ucrania a trabajar para lograr la armonía social, abstenerse de participar en la confrontación y de apoyar el desarrollo del conflicto.</div>
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<br /></div>
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27. Esperamos que la división entre los creyentes ortodoxos en Ucrania sea vencida sobre la base de las normas canónicas existentes, que todos los cristianos ortodoxos de Ucrania vivan en paz y armonía, y que las comunidades católicas del país contribuyan a ello, para que nuestra hermandad cristiana sea aún más evidente.</div>
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<br /></div>
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28. En el mundo de hoy, multifacético y al mismo tiempo unido por el destino común, los católicos y los ortodoxos están llamados a colaborar fraternamente para anunciar el Evangelio de la salvación, dar testimonio común de la dignidad moral y la auténtica libertad humana, “para que el mundo crea” (Juan 17, 21). Este mundo, en el que se están socavando rápidamente los fundamentos morales de la existencia humana, espera de nosotros el fuerte testimonio cristiano en todos los ámbitos de la vida personal y social. ¿Podremos en la época crucial dar testimonio conjunto del Espíritu de la verdad? De esto depende, en gran medida, el futuro de la humanidad.</div>
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<br /></div>
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29. Que Jesucristo, Dios Hombre, Nuestro Señor y Salvador, nos ayude en el anuncio valiente de la verdad de Dios y de la Buena Noticia de salvación. El Señor nos fortalece espiritualmente con su promesa infalible: “No tengáis miedo, pequeño rebaño, que el Padre, en su bondad, ha decidido daros el reino” (Lucas 12, 32).</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cristo es una fuente de alegría y de esperanza. La fe en él transfigura la vida del ser humano, la llena de significado. Lo han vivido por su propia experiencia todos aquellos de los que se puede decir con las palabras de San Pedro Apóstol: “Antes, ni siquiera erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; antes Dios no os tenía compasión, pero ahora tiene compasión de vosotros” (1 Pedro 2, 10).</div>
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<br /></div>
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30. Llenos de gratitud por el don de comprensión mutua que se manifestó en nuestra reunión, nos dirigimos con esperanza a la Santísima Madre de Dios, haciendo solicitud con las palabras de la antigua oración: “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios”. Que la Santísima Virgen María con su amparo fortalezca la hermandad de todos que la veneran, para que ellos, en un momento determinado por Dios, se junten, en paz y concordia, en el único pueblo de Dios, ¡sea glorificado el nombre de la Trinidad Consustancial e Inseparable!</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-80252262637174282712016-02-09T06:51:00.001-08:002016-02-09T06:51:50.278-08:00Homilía del papa Francisco a los Capuchinos<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="https://www.youtube.com/embed/QpRH-uqt3SE" width="540"></iframe><br />
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br />
El santo padre Francisco celebró este martes la santa la misa en la basílica de San Pedro junto a varios miles de capuchinos que han venido desde todo el mundo, con motivo del Jubileo de la Misericordia. Presentes estaban las reliquias de san Pío de Pietrelcina y de san Leopoldo Mandić.</div>
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<br /></div>
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El Papa recordó que hay dos actitudes, la de quien como Salomón se expresa en la humildad y la de los doctores de la ley que se aferran a ritos perdiendo el contenido. Invitó a perdonar como Jesús, a no ser pelagianos, a no apalear a quien se acerca porque busca el perdón de Dios. Con corazón amplio, porque el perdón es una semilla, una caricia de Dios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>A continuación el texto competo de la homilía:</i></div>
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<br /></div>
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“En la liturgia de hoy hay dos actitudes, una actitud de grandeza delante de Dios, que se expresa en la humildad del rey Salomón; y otra actitud, de mezquindad, que es descrita por el mismo Jesús, por cómo hacían los doctores de la ley, hacían todo preciso, pero dejaban aparte la ley para hacer sus pequeñas tradiciones de ellos.</div>
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<br /></div>
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Vuestra tradición de los capuchinos es una tradición de perdón, de dar el perdón. Entre ustedes hay muchos buenos confesores, porque se sienten pecadores, como nuestro fray Cristóbal, saben que son grandes pecadores y delante de la grandeza de Dios continuamente rezan: ‘Escucha Señor y perdona’. Y porque saben rezar, así saben perdonar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En cambio cuando alguien se olvida de la necesidad que tiene de perdonar, lentamente se olvida de Dios, se olvida de pedir perdón y no sabe perdonar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El humilde, quien se siente pecador es un gran perdonador en el confesionario; el otro, como estos doctores de la ley que se sienten los puros, los maestros, solamente saben condenar. Pero yo les hablo como hermano, y en ustedes querría hablarle a todos los confesores, en este Año de la Misericordia especialmente: el confesionario es para perdonar. Y si uno no puede dar la absolución, por favor no los apaleen. Quien viene, viene a buscar consuelo, perdón, paz en su alma, que encuentre a un padre que lo abraza, que le diga que ‘Dios te quiere mucho’ pero que se lo haga sentir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me disgusta decirlo, pero cuánta gente, creo que la mayoría de nosotros lo hemos oído: ‘No voy más a confesarme porque una vez me hicieron estas preguntas, esto…’. Pero ustedes capuchinos tienen este don especial del Señor: perdonar. Y les pido, no se cansen de perdonar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me acuerdo de uno que conocí en mi otra diócesis, un hombre de gobierno, que acabado su tiempo, de gobierno, guardián, provincial, a los 70 años fue enviado a un santuario a confesar y tenía una cola de gente, todos, curas, fieles, ricos, pobres, todos… era un gran perdonador. Siempre encontraba el modo para perdonar o al menos de dejar esa alma en en paz con un abrazo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y una vez lo encontré y me dijo:</div>
<div style="text-align: justify;">
— escúchame tú que eres obispo, tú me puedes decir, yo creo que peco porque perdono mucho y me viene este escrúpulo</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¿Y por qué?</div>
<div style="text-align: justify;">
— Porque siempre encuentro cómo perdonar.</div>
<div style="text-align: justify;">
— ¿Y qué haces cuando te sientes así?</div>
<div style="text-align: justify;">
— Voy a la capilla delante del tabernáculo y le digo al Señor: ‘Discúlpame Señor, perdóname, creo que hoy he perdonado mucho. Pero Señor, has sido tú quien me ha dado el mal ejemplo’.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sean hombres de perdón, de reconciliación, de paz. Hay muchos lenguajes en la vida, el lenguaje de la palabra, pero también el lenguaje de los gestos. Si una persona se acerca al confesionario es porque siente algo que le pesa, que quiere quitarse. Quizás no sabe cómo decirlo, pero el gesto es este. Si esta persona se acerca es porque quiere cambiar, y lo dice con el gesto de acercarse. No es necesario hacer preguntas: ¿tú?, ¿tú?…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y si una persona viene es porque en su alma no quiere cometerlo más. Pero muchas veces no pueden, porque están condicionados por su psicología, por su vida y su situación. ‘Ad impossibilia nemo tenetur‘.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Corazón amplio. El perdón es una semilla, una caricia de Dios. Tengan confianza en la misericordia de Dios, no caigan en el pelagianismo. ‘Tú tienes que hacer esto, esto, esto….’ Ustedes tienen ese carisma de confesores, hay que retomarlo y renovarlo siempre. Sean grandes perdonadores, porque quien no sabe perdonador termina como estos doctores de la ley, que son grandes condenadores.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y quién es el gran acusador en la Biblia? El diablo. O se hace el oficio de Jesús, que perdona, dando la vida y la oración, tantas horas allí sentado, como estos dos santos aquí, o haces el oficio del diablo que acusa. No logro decirles otra cosa, y en ustedes le digo a todos, a todos los sacerdotes que van a confesar. Si no se sienten capaces, sean humildes, digan ‘no, no, no… yo celebro la misa, limpio el suelo… pero no confieso porque no se hacerlo bien’. Y pidan al Señor la gracia, gracia que pido para cada uno de ustedes, para todos ustedes, para todos los confesores y también para mí”.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-71871399231375737782016-02-03T20:21:00.002-08:002016-02-03T20:21:41.996-08:00MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2016<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: center;">
<b><i><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO</span></i></b></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><i><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">PARA LA CUARESMA 2016</span></i></b></div>
<div style="font-family: 'Palatino Linotype', serif; font-style: italic; font-weight: bold; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><i><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">Las obras de misericordia en el camino jubilar</span></i></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<br />
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: center;">
<b><i><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></i></b></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: center;">
<b><i><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">“Misericordia quiero y no sacrificio”
(Mt 9,13).</span></i></b></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">1.<span class="apple-converted-space"> </span><i>María,
icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><i><br /></i></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">En la Bula de convocación del Jubileo
invité a que «la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad,
como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (<i><a href="http://w2.vatican.va/content/francesco/es/bulls/documents/papa-francesco_bolla_20150411_misericordiae-vultus.html"><span style="color: black; mso-themecolor: text1;">Misericordiae vultus</span></a></i>,
17). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la
iniciativa «24 horas para el Señor» quise hacer hincapié en la primacía de la
escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La
misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano
está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el
tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que
sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">María, después de haber acogido la
Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, canta proféticamente en el<span class="apple-converted-space"> </span><i>Magnificat</i><span class="apple-converted-space"> </span>la misericordia con la que Dios la ha
elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono
perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo evangelizada
por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la
tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente
vinculada, precisamente con las entrañas maternas (<i>rahamim</i>) y con una
bondad generosa, fiel y compasiva (<i>hesed</i>) que se tiene en el seno de las
relaciones conyugales y parentales.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">2.<span class="apple-converted-space"> </span><i>La
alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><i><br /></i></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">El misterio de la misericordia divina
se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y su pueblo
Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico en misericordia, dispuesto a
derramar en su pueblo, en cada circunstancia, una ternura y una compasión
visceral, especialmente en los momentos más dramáticos, cuando la infidelidad
rompe el vínculo del Pacto y es preciso ratificar la alianza de modo más
estable en la justicia y la verdad. Aquí estamos frente a un auténtico drama de
amor, en el cual Dios desempeña el papel de padre y de marido traicionado,
mientras que Israel el de hijo/hija y el de esposa infiel. Son justamente las
imágenes familiares —como en el caso de Oseas (cf.<span class="apple-converted-space"> </span><i>Os</i><span class="apple-converted-space"> </span>1-2)— las que expresan hasta qué punto
Dios desea unirse a su pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">Este drama de amor alcanza su culmen
en el Hijo hecho hombre. En él Dios derrama su ilimitada misericordia hasta tal
punto que hace de él la «Misericordia encarnada» (<i><a href="http://w2.vatican.va/content/francesco/es/bulls/documents/papa-francesco_bolla_20150411_misericordiae-vultus.html"><span style="color: black; mso-themecolor: text1;">Misericordiae vultus</span></a></i>,
8). En efecto, como hombre, Jesús de Nazaret es hijo de Israel a todos los
efectos. Y lo es hasta tal punto que encarna la escucha perfecta de Dios que el<span class="apple-converted-space"> </span><i>Shemà</i><span class="apple-converted-space"> </span>requiere a todo judío, y que todavía
hoy es el corazón de la alianza de Dios con Israel: «Escucha, Israel: El Señor
es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con
todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas» (<i>Dt</i><span class="apple-converted-space"> </span>6,4-5). El Hijo de Dios es el Esposo
que hace cualquier cosa por ganarse el amor de su Esposa, con quien está unido
con un amor incondicional, que se hace visible en las nupcias eternas con ella.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">Es éste el corazón del<span class="apple-converted-space"> </span><i>kerygma</i><span class="apple-converted-space"> </span>apostólico, en el cual la misericordia
divina ocupa un lugar central y fundamental. Es «la belleza del amor salvífico
de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado» (Exh. ap.<span class="apple-converted-space"> </span><i><a href="http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html"><span style="color: black; mso-themecolor: text1;">Evangelii gaudium</span></a></i>, 36),
el primer anuncio que «siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y
siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la
catequesis» (<i>ibíd</i>., 164). La Misericordia entonces «expresa el
comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad
para examinarse, convertirse y creer» (<i><a href="http://w2.vatican.va/content/francesco/es/bulls/documents/papa-francesco_bolla_20150411_misericordiae-vultus.html"><span style="color: black; mso-themecolor: text1;">Misericordiae vultus</span></a></i>,
21), restableciendo de ese modo la relación con él. Y, en Jesús crucificado,
Dios quiere alcanzar al pecador incluso en su lejanía más extrema, justamente
allí donde se perdió y se alejó de Él. Y esto lo hace con la esperanza de poder
así, finalmente, enternecer el corazón endurecido de su Esposa.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">3.<span class="apple-converted-space"> </span><i>Las
obras de misericordia</i><o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><i><br /></i></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">La misericordia de Dios transforma el
corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez
capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se
irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y
animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de
misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se
traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo
en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo,
visitarlo, consolarlo y educarlo. Por eso, expresé mi deseo de que «el pueblo
cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia
corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas
veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el
corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la
misericordia divina» (<i>ibíd.</i>, 15). En el pobre, en efecto, la carne de
Cristo «se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado,
desnutrido, en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo
asistamos con cuidado» (<i>ibíd.</i>). Misterio inaudito y escandaloso la
continuación en la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente
de amor gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las
sandalias (cf.<span class="apple-converted-space"> </span><i>Ex<span class="apple-converted-space"> </span></i>3,5); más aún cuando el pobre es
el hermano o la hermana en Cristo que sufren a causa de su fe.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">Ante este amor fuerte como la muerte
(cf.<span class="apple-converted-space"> </span><i>Ct</i><span class="apple-converted-space"> </span>8,6), el pobre más miserable es quien
no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es el más
pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo empuja a
utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás, sino parar
sofocar dentro de sí la íntima convicción de que tampoco él es más que un pobre
mendigo. Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su disposición, tanto mayor
puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento. Llega hasta tal punto que ni
siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la puerta de su casa (cf.<span class="apple-converted-space"> </span><i>Lc</i><span class="apple-converted-space"> </span>16,20-21), y que es figura de Cristo
que en los pobres mendiga nuestra conversión. Lázaro es la posibilidad de
conversión que Dios nos ofrece y que quizá no vemos. Y este ofuscamiento va
acompañado de un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena
siniestramente el demoníaco «seréis como Dios» (<i>Gn</i><span class="apple-converted-space"> </span>3,5) que es la raíz de todo pecado.
Ese delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado
los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías del
pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea
irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y actualmente
también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso
de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual
las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de
los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">La Cuaresma de este Año Jubilar, pues,
es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación
existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia.
Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas
que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las
espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar,
enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras
corporales de las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de
Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él
mismo es un pobre mendigo. A través de este camino también los «soberbios», los
«poderosos» y los «ricos», de los que habla el<span class="apple-converted-space"> </span><i>Magnificat</i>, tienen la
posibilidad de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo
crucificado, muerto y resucitado por ellos. Sólo en este amor está la respuesta
a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre —engañándose— cree
poder colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer. Sin embargo,
siempre queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más
herméticamente a Cristo, que en el pobre sigue llamando a la puerta de su
corazón, los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí
mismos a caer en el eterno abismo de soledad que es el infierno. He aquí, pues,
que resuenan de nuevo para ellos, al igual que para todos nosotros, las
lacerantes palabras de Abrahán: «Tienen a Moisés y los Profetas; que los
escuchen» (<i>Lc</i><span class="apple-converted-space"> </span>16,29). Esta
escucha activa nos preparará del mejor modo posible para celebrar la victoria
definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo ya resucitado, que
desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su venida.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">No perdamos este tiempo de Cuaresma
favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la
Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia
divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf.<i>Lc</i><span class="apple-converted-space"> </span>1,48), reconociéndose como la humilde
esclava del Señor (cf.<span class="apple-converted-space"> </span><i>Lc</i><span class="apple-converted-space"> </span>1,38).<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt;">
<i><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">Vaticano, 4 de octubre de 2015</span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt;">
<b><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;"><br /></span></b></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt;">
<b><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif;">Francisco</span></b><span style="font-family: 'Palatino Linotype', serif; font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-28360654019429760982016-02-02T09:39:00.000-08:002016-02-02T09:39:21.629-08:00“Llamados a ser hombres y mujeres del encuentro”, el Papa clausura el Año de la Vida Consagrada<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy5TGYR8sb8_VVWEXFQ1qIb2imZpDB9-cFIYcRfCMtYbvMF8M0laQNicwkId4Ae7KUZChz0dqweuqyX-mBrYy7nt9OLNkhkqd0NqX7fw0YZmdfmX_yT6AJXclRWZVLfN0HBDWl3YlQBsI/s1600/AFP4936285_LancioGrande.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="273" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiy5TGYR8sb8_VVWEXFQ1qIb2imZpDB9-cFIYcRfCMtYbvMF8M0laQNicwkId4Ae7KUZChz0dqweuqyX-mBrYy7nt9OLNkhkqd0NqX7fw0YZmdfmX_yT6AJXclRWZVLfN0HBDWl3YlQBsI/s400/AFP4936285_LancioGrande.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Texto completo de la homilía pronunciada por el Santo Padre Francisco en el Jubileo de la Consagrada el 2 de febrero de 2016</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(Radio Vaticana).- Hoy ante nuestra mirada se presenta un hecho simple, humilde y grande: Jesús es llevado por María y José al templo de Jerusalén. Es un niño como tantos, como todos, pero es único: es el Unigénito venido para todos. Este Niño nos ha traído la misericordia y la ternura de Dios: Jesús es el rostro de la Misericordia del Padre. Es éste el ícono que el Evangelio nos ofrece al final del Año de la Vida Consagrada, un año vivido con mucho entusiasmo. Él, como un rÍo, confluye ahora en el mar de la misericordia, en este inmenso misterio de amor que estamos experimentando con el Jubileo extraordinario.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La fiesta de hoy, sobre todo en Oriente, es llamada fiesta del encuentro. En efecto, en el Evangelio que ha sido proclamado, vemos diversos encuentros (cfr Lc 2,22-40). En el templo Jesús viene a nuestro encuentro y nosotros vamos a su encuentro. Contemplamos el encuentro con el viejo Simeón, que representa la espera fiel de Israel y el regocijo del corazón por el cumplimiento de las antiguas promesas. Admiramos también el encuentro con la anciana profetisa Ana, que, al ver al Niño, exulta de alegría y alaba a Dios. Simeón y Ana son la espera y la profecía, Jesús es la novedad y el cumplimiento: Él se nos presenta como la perenne sorpresa de Dios; en este Niño nacido para todos se encuentran el pasado, hecho de memoria y de promesa, y el futuro, lleno de esperanza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En esto podemos ver el inicio de la vida consagrada. Los consagrados y las consagradas están llamados ante todo a ser hombres y mujeres del encuentro. La vocación, de hecho, no toma las mociones de un proyecto nuestro pensado “con cálculo”, sino de una gracia del Señor que nos alcanza, a través de un encuentro que cambia la vida. Quien verdaderamente encuentra a Jesús no puede permanecer igual que antes. Él es la novedad que hace nuevas todas las cosas. Quien vive este encuentro se convierte en testimonio y hace posible el encuentro para los otros; y también se hace promotor de la cultura del encuentro, evitando la autoreferencialidad que nos hace encerrarnos en nosotros mismos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El pasaje de la Carta a los Hebreos, que hemos escuchado, nos recuerda que el mismo Jesús, para salir a nuestro encuentro, no dudó en compartir nuestra condición humana: «Ya que los hijos tienen una misma sangre y una misma carne, él también debía participar de esa condición» (v. 14). Jesús no nos ha salvado “desde el exterior”, no se ha quedado fuera de nuestro drama, sino que ha querido compartir nuestra vida. Los consagrados y las consagradas están llamados a ser signo concreto y profético de esta cercanía de Dios, de éste compartir la condición de fragilidad, de pecado y de heridas del hombre de nuestro tiempo. Todas las formas de vida consagrada, cada una según sus características, están llamadas a estar en permanente estado de misión, compartiendo «las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de hoy, sobre todo de los pobres y de todos aquellos que sufren» (Gaudium et spes, 1).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Evangelio también nos dice que «Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él» (v. 33). José y María custodian el estupor por este encuentro lleno de luz y de esperanza para todos los pueblos. Y también nosotros, como cristianos y como personas consagradas, somos custodios del estupor. Un estupor que pide ser renovado siempre; ay de la costumbre en la vida espiritual; ay de cristalizar nuestros carismas en una doctrina abstracta: los carismas de los fundadores – como he dicho otras veces – no son para sellar en una botella, no son piezas de museo. Nuestros fundadores han sido movidos por el Espíritu y no han tenido miedo de ensuciarse las manos con la vida cotidiana, con los problemas de la gente, recorriendo con coraje las periferias geográficas y existenciales. No se detuvieron ante los obstáculos y las incomprensiones de los otros, porque mantuvieron en el corazón el estupor por el encuentro con Cristo. No han domesticado la gracia del Evangelio; han tenido siempre en el corazón una sana inquietud por el Señor, un deseo vehemente de llevarlo a los demás, como han hecho María y José en el templo. También hoy nosotros estamos llamados a cumplir elecciones proféticas y valientes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Finalmente, de la fiesta de hoy aprendemos a vivir la gratitud por el encuentro con Jesús y por el don de la vocación a la vida consagrada. Agradecer, acción de gracias: Eucaristía. Cúan hermoso es cuando encontramos el rostro feliz de personas consagradas, quizás ya con tantos años como Simeón o Ana, felices y llenas de gratitud por la propia vocación. Esta es una palabra que puede sintetizar todo aquello que hemos vivido en este Año de la Vida Consagrada: gratitud por el don del Espíritu Santo, que anima siempre a la Iglesia a través de los diversos carismas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Evangelio concluye con esta expresión: «El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él» (v. 40). Que el Señor Jesús pueda, por la maternal intercesión de Maria, crecer en nosotros, y aumentar en cada uno el deseo del encuentro, la custodia del estupor y la alegría de la gratitud. Entonces otros serán atraídos por su luz, y podrán encontrar la misericordia del Padre. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
(Traducción del italiano: Raúl Cabrera, Radio Vaticano)</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-661988678037751772016-02-02T09:37:00.000-08:002016-02-02T09:37:38.545-08:00“Profecía, cercanía y esperanza”, el Papa a los Consagrados<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG2InBT_AUqNDfyOjcUJJUVM-EbK-R5luIJ2MvAxK5ghj6zLQyx6hTd4CTfpNSKspLMvTSJ-6_lgREBiiJJPvIGUHczblLvia8i_9z7YRPEbAzzeBgsVLIB-1XNPEINWz__EfpJtfXxA4/s1600/EPA1963826_LancioGrande.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="273" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG2InBT_AUqNDfyOjcUJJUVM-EbK-R5luIJ2MvAxK5ghj6zLQyx6hTd4CTfpNSKspLMvTSJ-6_lgREBiiJJPvIGUHczblLvia8i_9z7YRPEbAzzeBgsVLIB-1XNPEINWz__EfpJtfXxA4/s400/EPA1963826_LancioGrande.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A vísperas de la fiesta de la Presentación del Señor, y clausura del Año de la Vida Consagrada, el Pontífice hablando desde el corazón expresó su cercanía y esperanza en un nuevo despertar de la Vida Consagrada para el mundo de hoy:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Queridos hermanos y hermanas,</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
he preparado un discurso para esta ocasión sobre los temas de la vida consagrada y sobre tres pilares; existen otros, pero tres son importantes para la vida consagrada. El primero es la profecía, el otro es la proximidad y el tercero es la esperanza. Profecía, proximidad y esperanza. He entregado al Cardenal Prefecto el texto porque es un poco aburrido leerlo y prefiero hablar con ustedes de aquello que me sale del corazón. ¿De acuerdo?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Profecía</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Religiosos y religiosas, es decir hombres y mujeres consagrados al servicio del Señor que ejercitan en la Iglesia este camino de una pobreza fuerte, de un amor casto que los lleva a una paternidad y a una maternidad espiritual para toda la Iglesia, una obediencia… Pero, en esta obediencia nos falta siempre algo, porque la perfecta obediencia es aquella del Hijo de Dios – ¡eh! – que se ha abajado, se ha hecho hombre por obediencia hasta la muerte de Cruz. Pero hay entre ustedes hombres y mujeres que viven una obediencia fuerte, una obediencia – no militar, no, no, aquello; eso es disciplina, es otra cosa – ¿De donación del corazón? Y esto es profecía. “¿Pero tú, no tienes ganas de hacer otra cosa? Sí, pero… según las reglas debo hacer esto, esto, esto. Y según las disposiciones esto, esto, esto. ¿Y si no veo claro algo? Hablo con el superior, con la superiora… Pero, después del dialogo obedezco”. Esta es la profecía contra la semilla de la anarquía que siembra el diablo. ¿Tú que haces? “Yo hago lo que me gusta”. La anarquía de la voluntad es hija del demonio, no es hija de Dios. El Hijo de Dios no ha sido anárquico, no ha llamado a los suyos para hacer una fuerza de resistencia contra sus enemigos; también Él le ha dicho a Pilatos: “Pero, si yo fuera un rey de este mundo habría llamado a mis soldados para defenderme”. Pero Él ha obedecido al Padre. Ha pedido solamente: “padre, por favor… No, no, este cáliz no. Si no se haga lo que tú quieras”. Cuando ustedes obedecen una cosa… Tal vez muchas veces no les gusta, ¿eh? A veces como mi italiano es muy pobre, debo hablar el lenguaje de los sordomudos, ¡eh! Esta obediencia… pero se hace. Por lo tanto la profecía. La profecía es decir a la gente que hay un camino de felicidad, de grandeza, un camino que llena de alegría, que es el camino de Jesús. Es el camino de estar cerca de Jesús. Es un don, es un carisma la profecía y que se debe pedir al Espíritu Santo: que yo también sepa decir esa palabra también, en aquel momento justo; que yo haga aquello en aquel momento justo, que mi vida, toda, sea una profecía; hombres y mujeres profetas. Y esto es muy importante. Pero, hagamos como todo el mundo, ¿no? La profecía es decir que hay algo verdadero, más bello, más grande, más bueno al cual todos estamos llamados.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Carcanía</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Luego la otra palabra es la proximidad, ¿no? Hombres y mujeres consagrados, pero no para alejar a la gente y tener todas las comodidades… No, para acercarme y entender la vida de los cristianos y de los no cristianos, los sufrimientos, los problemas, las tantas cosas que solamente se entienden si un hombre y una mujer consagrada se hace prójimo: en la proximidad. “Pero, Padre, yo soy una religiosa de clausura, ¿Cómo debo hacer? Pero, piensen en Santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones, que con su corazón ardiente era próxima a la gente. Proximidad… Hacerse consagrados no significa salir uno, dos, tres escalones en la sociedad. Es verdad, muchas veces escuchamos a los padres: “Pero, sabe padre, yo tengo una hija religiosa, yo tengo un hijo fraile…” y lo dicen con orgullo: ¡y es verdad! Es una satisfacción para los padres tener hijos consagrados; esto es verdad. Pero para los consagrados no es un estatus de vida que me hace ver a los otros así, ¿eh? La vida consagrada me debe llevar a la cercanía con la gente; cercanía física, espiritual, conocer a la gente. “A si padre, en mi comunidad la superiora nos ha dado el permiso de salir, y buscar en los barrios pobres con la gente” – Y en tu comunidad, ¿hay religiosas ancianas? Si, si. Esta la enfermería en el tercer piso – ¿Y cuántas veces al día tú vas a visitar a tus religiosas, las ancianas que pueden ser tu mamá o tu abuela? Bueno padre, usted sabe, yo estoy muy ocupada en el trabajo y no logro ir… “Proximidad: ¿Quién es el primer prójimo de un consagrado o de una consagrada? El hermano o la hermana de la comunidad. Este es su primer prójimo. Es también una proximidad hermosa, buena, con amor. Yo sé que en sus comunidades jamás se murmura, jamás, jamás… Un modo de alejarse de los hermanos y de las hermanas de la comunidad es propio este: el terrorismo de las habladurías. Escuchen bien, ¿eh? No, las habladurías: el terrorismo de las habladurías, porque quien habla mal es un terrorista. Es un terrorista dentro la propia comunidad, porque lanza como una bomba la palabra contra esto, contra aquello, y luego se va tranquilo. ¡Destruye quien hace esto! Quien hace esto destruye como una bomba y él se aleja. Esto, el apóstol Santiago decía que era la virtud tal vez más difícil, la virtud humana y espiritual más difícil de tener, aquella de dominar la lengua. Si me viene por decir algo contra un hermano o una hermana, lanzar una bomba de habladurías, muérdete la lengua, ¿eh? ¡Fuerte! Terrorismo en la comunidad, ¡no! “¿Pero padre, si hay algo, un defecto, algo que corregir? – Tú lo dices a la persona: tú tienes esta actitud que me fastidia o que no está bien o que no es conveniente – porque a veces no es prudente – tú lo dices a la persona que lo puede remediar, que puede resolver el problema y a ningún otro, ¿entendido? Las habladurías no sirven. ¿Pero en el capítulo? Ahí sí, en público todo lo que sientes que debes decir, porque existe la tentación de no decir las cosas en el capítulo y luego afuera: ¿Has visto a la superiora? ¿Has visto a la abadesa? ¿has visto al superior? ¿Por qué no lo has dicho ahí en el capítulo? Eh, no tienes el derecho. ¿Es claro esto?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Son virtudes de proximidad! Y los santos tenían esto: los Santos consagrados tenían esto. Santa Teresa del Niño Jesús jamás, jamás se ha lamentado del trabajo, del fastidio que le daba esa religiosa que debía llevar al comedor, todas las tardes: de la capilla al comedor… ¡Jamás! Porque la pobre religiosa era muy anciana, casi paralitica, caminaba mal, tenía dolores – también yo la entiendo – también un poco neurótica… Jamás, jamás ha ido donde otra religiosa a decir: “¡pero esta como da fastidio!”. ¿Qué cosa hacia? La ayudaba a acomodarse, le llevaba la servilleta, le partía el pan y le hacía una sonrisa. Proximidad se llama esto. ¡Proximidad! Si tu lanzas la bomba de una habladuría en tu comunidad, esto no es proximidad: ¡esto es hacer la guerra! Esto es alejarte, esto es provocar distancias, provocar anarquismos en la comunidad. Y si, en este Año de la Misericordia, cada uno de ustedes logrará no hacerse el terrorista de habladurías, sería un éxito en la iglesia, un ¡suceso de grande santidad! ¡Anímense! La proximidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esperanza</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y luego la esperanza. Y les confieso que a mí me cuesta mucho cuando veo el disminuir de las vocaciones, cuando recibo a los Obispos y les pregunto: ¿cuántos seminaristas tiene? 4, 5. ¿Cuándo voy, a sus comunidades religiosas? – masculinas o femeninas – tienen un novicio, una novicia, dos: y la comunidad envejece, envejece, envejece. Cuando hay monasterios, grandes monasterios, y el Cardenal Amigo Vallejo puede contarnos, en España, cuantos hay, que son llevados adelante por 4 o 5 religiosas ancianas, hasta el final… Y a mí esto me provoca una tentación que va contra la esperanza. “Pero Señor, ¿qué cosa sucede? ¿por qué el vientre de la vida consagrada se hace tan estéril? Algunas congregaciones hacen el experimento de la inseminación artificial: ¿qué cosa hacen? Reciben: si ven, ven, ven… Y luego los problemas que hay ahí adentro… ¡No! Se debe recibir con seriedad! Se debe discernir bien si esta es una verdadera vocación y ayudarla a crecer. Y creo que contra la tentación de perder la esperanza, que nos da esta esterilidad, debemos rezar más. Y rezar sin cansarnos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A mi hace tanto bien leer ese pasaje de la escritura, en la cual Ana – la mamá de Samuel – rezaba y pedía un hijo: y rezaba y movía sus labios y rezaba… – Y el viejo sacerdote que era un poco ciego y que no veía bien, pensaba que estaba ebria. Pero el corazón de aquella mujer: “¡Quiero un hijo!”. Yo les pregunto a ustedes: ¿sus corazones, ante este disminuir de las vocaciones, reza con esta intensidad? Nuestra congregación tiene necesidad de hijos, nuestra congregación tiene necesidad de hijas… El Señor que ha sido tan generoso no faltará a su promesa. Pero debemos pedirlo. Debemos tocar la puerta de su corazón. ¡Porque hay un peligro! Y esto es feo, pero debo decirlo. Cuando una congregación religiosa ve que no tiene hijos y sobrinos y comienza a ser más pequeña y más pequeña, se apega al dinero. ¡Y ustedes saben que el dinero es el estiércol del diablo! Cuando no pueden tener la gracia de tener vocaciones e hijos, piensan que el dinero salvara la vida y piensan en la vejez, que no me falte esto, que no falte este otro… ¡Y así no hay esperanza! La esperanza solo en el Señor. El dinero no te la dará jamás. Al contrario: ¡te tirará abajo! ¿Entendido?</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esto quería decirles, en vez de leer las notas que el Cardenal Prefecto les dará luego…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y les agradezco mucho por todo lo que hacen. Los consagrados – cado uno con su carisma – y quiero subrayar las consagradas, las religiosas: ¿qué sería de la Iglesia si no existirían las religiosas? Esto lo he dicho una vez: cuando tú vas al hospital, a los colegios, a las parroquias, en los barrios, en las misiones, hombres y mujeres que han dado su vida… En el último viaje en África – esto lo he contado, creo, en una audiencia – he encontrado a una religiosa de 83 años, italiana: ella me ha dicho: “desde cuando tenía, no recuerdo si me ha dicho 23 o 26 años que estoy aquí. Soy enfermera en un hospital – pensemos desde los 26 años hasta los 83 – y he escrito a los míos en Italia que ¡no regresare jamás!”. Cuando tú vas a un cementerio y ves que hay muchos misioneros religiosos muertos y tantas religiosas muertas a 40 años porque se han enfermado, estas fiebres de estos países, han quemado sus vidas… Tú dices: “¡Estos son santos! ¡Estos son semillas!”. Debemos decir al Señor que baje un poco sobre estos cementerios y vea que cosa han hecho nuestros antepasados y nos dé más vocaciones, porque tenemos necesidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Les agradezco mucho por esta visita, agradezco al Cardenal Prefecto, al Mons. Secretario, a los sub secretarios por aquello que han hecho en este Año de la Vida Consagrada. Pero, por favor, no se olviden la profecía de la obediencia, la cercanía, el prójimo es más importante, el prójimo más próximo es el hermano y la hermana de la comunidad, y luego la esperanza. Que el Señor haga nacer hijos e hijas en sus congregaciones. Y recen por mí. Gracias.</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-37292716542792492672015-10-24T20:17:00.000-07:002015-10-24T20:17:02.968-07:00Concluyó el Sínodo de los obispos sobre la vocación y misión de la Familia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5diO4ByprsYMAkIvG7HK1B7z4QQdkSIJheFafDE18b0lL-HwpaJ7P-aF2vZDPG69_bZ2iw3GB8TT-ds6829sNp11KD739bNHedJXBfAR9hjFxL5JfkUUONJPUsNnRdhMHmaZ4pz5hu4M/s1600/OSSROM80159_Articolo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="282" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5diO4ByprsYMAkIvG7HK1B7z4QQdkSIJheFafDE18b0lL-HwpaJ7P-aF2vZDPG69_bZ2iw3GB8TT-ds6829sNp11KD739bNHedJXBfAR9hjFxL5JfkUUONJPUsNnRdhMHmaZ4pz5hu4M/s400/OSSROM80159_Articolo.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Con la aprobación del documento final concluyó el Sínodo de los obispos sobre la vocación y misión de la Familia, en el Vaticano a las 18,46 de la tarde del 24 de octubre de 2015.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Fue aprobado el documento final. Todos los 94 parágrafos han superado los 2/3 de votos. Estas proposiciones servirán al Papa para escribir la Exhortación post sinodal sobre la Vocación y Misión de la Familia en la Iglesia y el mundo contemporáneo. El mismo Documento final elaborado y votado por los obispos será publicado, dentro de poco, con las respectivas votaciones de cada uno de los 94 parágrafos.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Al cierre de los trabajos Francisco habló a toda la asamblea de 270 personas, agradeciendo al Señor y a todos. Subrayando la acción del Señor, explicó que el haber puesto las dificultades de las familias delante del Señor es lo más importante. </i></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Texto completo del discurso de Papa Francisco en lengua española, traducido del italiano</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Queridas Beatitudes, eminencias, excelencias, </div>
<div style="text-align: justify;">
Queridos hermanos y hermanas:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Quisiera ante todo agradecer al Señor que ha guiado nuestro camino sinodal en estos años con el Espíritu Santo, que nunca deja a la Iglesia sin su apoyo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Agradezco de corazón al Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo, a Monseñor Fabio Fabene, Subsecretario, y también al Relator, el Cardenal Peter Erdő, y al Secretario especial, Monseñor Bruno Forte, a los Presidentes delegados, a los escritores, consultores, traductores y a todos los que han trabajado incansablemente y con total dedicación a la Iglesia: gracias de corazón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Agradezco a todos ustedes, queridos Padres Sinodales, delegados fraternos, auditores y auditoras, asesores, párrocos y familias por su participación activa y fructuosa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Doy las gracias igualmente a los que han trabajado de manera anónima y en silencio, contribuyendo generosamente a los trabajos de este Sínodo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Les aseguro mi plegaria para que el Señor los recompense con la abundancia de sus dones de gracia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mientras seguía los trabajos del Sínodo, me he preguntado: ¿Qué significará para la Iglesia concluir este Sínodo dedicado a la familia?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ciertamente no significa haber concluido con todos los temas inherentes a la familia, sino que ha tratado de iluminarlos con la luz del Evangelio, de la Tradición y de la historia milenaria de la Iglesia, infundiendo en ellos el gozo de la esperanza sin caer en la cómoda repetición de lo que es indiscutible o ya se ha dicho.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Seguramente no significa que se hayan encontrado soluciones exhaustivas a todas las dificultades y dudas que desafían y amenazan a la familia, sino que se han puesto dichas dificultades y dudas a la luz de la fe, se han examinado atentamente, se han afrontado sin miedo y sin esconder la cabeza bajo tierra.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Significa haber instado a todos a comprender la importancia de la institución de la familia y del matrimonio entre un hombre y una mujer, fundado sobre la unidad y la indisolubilidad, y apreciarla como la base fundamental de la sociedad y de la vida humana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Significa haber escuchado y hecho escuchar las voces de las familias y de los pastores de la Iglesia que han venido a Roma de todas partes del mundo trayendo sobre sus hombros las cargas y las esperanzas, la riqueza y los desafíos de las familias.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Significa haber dado prueba de la vivacidad de la Iglesia católica, que no tiene miedo de sacudir las conciencias anestesiadas o de ensuciarse las manos discutiendo animadamente y con franqueza sobre la familia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Significa haber tratado de ver y leer la realidad o, mejor dicho, las realidades de hoy con los ojos de Dios, para encender e iluminar con la llama de la fe los corazones de los hombres, en un momento histórico de desaliento y de crisis social, económica, moral y de predominio de la negatividad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Significa haber dado testimonio a todos de que el Evangelio sigue siendo para la Iglesia una fuente viva de eterna novedad, contra quien quiere «adoctrinarlo» en piedras muertas para lanzarlas contra los demás.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Significa haber puesto al descubierto a los corazones cerrados, que a menudo se esconden incluso dentro de las enseñanzas de la Iglesia o detrás de las buenas intenciones para sentarse en la cátedra de Moisés y juzgar, a veces con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias heridas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Significa haber afirmado que la Iglesia es Iglesia de los pobres de espíritu y de los pecadores en busca de perdón, y no sólo de los justos y de los santos, o mejor dicho, de los justos y de los santos cuando se sienten pobres y pecadores.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Significa haber intentado abrir los horizontes para superar toda hermenéutica conspiradora o un cierre de perspectivas para defender y difundir la libertad de los hijos de Dios, para transmitir la belleza de la novedad cristiana, a veces cubierta por la herrumbre de un lenguaje arcaico o simplemente incomprensible.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el curso de este Sínodo, las distintas opiniones que se han expresado libremente –y por desgracia a veces con métodos no del todo benévolos– han enriquecido y animado sin duda el diálogo, ofreciendo una imagen viva de una Iglesia que no utiliza «módulos impresos», sino que toma de la fuente inagotable de su fe agua viva para refrescar los corazones resecos.1</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y –más allá de las cuestiones dogmáticas claramente definidas por el Magisterio de la Iglesia– hemos visto también que lo que parece normal para un obispo de un continente, puede resultar extraño, casi como un escándalo, para el obispo de otro continente; lo que se considera violación de un derecho en una sociedad, puede ser un precepto obvio e intangible en otra; lo que para algunos es libertad de conciencia, para otros puede parecer simplemente confusión. En realidad, las culturas son muy diferentes entre sí y todo principio general necesita ser inculturado si quiere ser observado y aplicado.2 El Sínodo de 1985, que celebraba el vigésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, habló de la inculturación como «una íntima transformación de los auténticos valores culturales por su integración en el cristianismo y la radicación del cristianismo en todas las culturas humanas».3</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La inculturación no debilita los valores verdaderos, sino que muestra su verdadera fuerza y su autenticidad, porque se adaptan sin mutarse, es más, trasforman pacíficamente y gradualmente las diversas culturas.4</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hemos visto, también a través de la riqueza de nuestra diversidad, que el desafío que tenemos ante nosotros es siempre el mismo: anunciar el Evangelio al hombre de hoy, defendiendo a la familia de todos los ataques ideológicos e individualistas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y, sin caer nunca en el peligro del relativismo o de demonizar a los otros, hemos tratado de abrazar plena y valientemente la bondad y la misericordia de Dios, que sobrepasa nuestros cálculos humanos y que no quiere más que «todos los hombres se salven» (1 Tm 2,4), para introducir y vivir este Sínodo en el contexto del Año Extraordinario de la Misericordia que la Iglesia está llamada a vivir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Queridos Hermanos:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La experiencia del Sínodo también nos ha hecho comprender mejor que los verdaderos defensores de la doctrina no son los que defienden la letra sino el espíritu; no las ideas, sino el hombre; no las fórmulas sino la gratuidad del amor de Dios y de su perdón. Esto no significa en modo alguno disminuir la importancia de las fórmulas, de las leyes y de los mandamientos divinos, sino exaltar la grandeza del verdadero Dios que no nos trata según nuestros méritos, ni tampoco conforme a nuestras obras, sino únicamente según la generosidad sin límites de su misericordia (cf. Rm 3,21-30; Sal 129; Lc 11,37-54). Significa superar las tentaciones constantes del hermano mayor (cf. Lc 15,25-32) y de los obreros celosos (cf. Mt 20,1-16). Más aún, significa valorar más las leyes y los mandamientos, creados para el hombre y no al contrario (cf. Mc 2,27).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En este sentido, el arrepentimiento debido, las obras y los esfuerzos humanos adquieren un sentido más profundo, no como precio de la invendible salvación, realizada por Cristo en la cruz gratuitamente, sino como respuesta a Aquel que nos amó primero y nos salvó con el precio de su sangre inocente, cuando aún estábamos sin fuerzas (cf. Rm 5,6).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El primer deber de la Iglesia no es distribuir condenas o anatemas sino proclamar la misericordia de Dios, de llamar a la conversión y de conducir a todos los hombres a la salvación del Señor (cf. Jn 12,44-50).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El beato Pablo VI decía con espléndidas palabras: «Podemos pensar que nuestro pecado o alejamiento de Dios enciende en él una llama de amor más intenso, un deseo de devolvernos y reinsertarnos en su plan de salvación [...]. En Cristo, Dios se revela infinitamente bueno [...]. Dios es bueno. Y no sólo en sí mismo; Dios es –digámoslo llorando- bueno con nosotros. Él nos ama, busca, piensa, conoce, inspira y espera. Él será feliz –si puede decirse así–el día en que nosotros queramos regresar y decir: “Señor, en tu bondad, perdóname. He aquí, pues, que nuestro arrepentimiento se convierte en la alegría de Dios».5</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
También san Juan Pablo II dijo que «la Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia [...] y cuando acerca a los hombres a las fuentes de la misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora».6</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y el Papa Benedicto XVI decía: «La misericordia es el núcleo central del mensaje evangélico, es el nombre mismo de Dios [...] Todo lo que la Iglesia dice y realiza, manifiesta la misericordia que Dios tiene para con el hombre. Cuando la Iglesia debe recordar una verdad olvidada, o un bien traicionado, lo hace siempre impulsada por el amor misericordioso, para que los hombres tengan vida y la tengan en abundancia (cf. Jn 10,10)».7</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En este sentido, y mediante este tiempo de gracia que la Iglesia ha vivido, hablado y discutido sobre la familia, nos sentimos enriquecidos mutuamente; y muchos de nosotros hemos experimentado la acción del Espíritu Santo, que es el verdadero protagonista y artífice del Sínodo. Para todos nosotros, la palabra «familia» no suena lo mismo que antes, hasta el punto que en ella encontramos la síntesis de su vocación y el significado de todo el camino sinodal.8</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para la Iglesia, en realidad, concluir el Sínodo significa volver verdaderamente a «caminar juntos» para llevar a todas las partes del mundo, a cada Diócesis, a cada comunidad y a cada situación la luz del Evangelio, el abrazo de la Iglesia y el amparo de la misericordia de Dios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
_____________________________</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">1Cf. Carta al Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica Argentina en el centenario de la Facultad de Teología (3 marzo 2015): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 13 marzo 2015, p. 13..</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">2 Cf. Pontificia Comisión Bíblica, Fe y cultura a la luz de la biblia. Actas de la Sesión plenaria 1979 de la Pontificia Comisión Bíb lica; CONC. ECUM. VAT. II, Cost. Past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 44.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">3 Relación final (7 diciembre 1985): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 22 diciembre 1985, p. 14.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">4 «En virtud de su misión pastoral, la Iglesia debe mantenerse siempre atenta a los cambios históricos y a la evolución de la mentalidad. Claro, no para someterse a ellos, sino para superar los obstáculos que se pueden oponer a la acogida de sus consejos y sus directrices»: Entrevista al Card. Georges Cottier, Civiltà Cattolica, 8 agosto 2015, p. 272.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">5 Homilía (23 junio 1968): Insegnamenti, VI (1968), 1176-1178.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">6 Cart. Enc. Dives in misericordia (30 noviembre 1980), 13. Dijo también: «En el misterio Pascual [...] Dios se muestra como es: un Padre de infinita ternura, que no se rinde frente a la ingratitud de sus hijos, y que siempre está dispuesto a perdonar»,Regina coeli (23 abril 1995): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 28 abril 1995, p. 1; y describe la resistencia a la misericordia diciendo: «La mentalidad contemporánea, quizás en mayor medida que la del hombre del pasado, parece oponerse al Dios de la misericordia y tiende además a orillar de la vida y arrancar del corazón humano la idea misma de la misericordia. La palabra y el concepto de misericordia parecen producir una cierta desazón en el hombre», Cart. Enc. Dives in misericordia (30 noviembre 1980), 2.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">7 Regina coeli (30 marzo 2008): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 4 abril 2008, p. 1. Y hablando del poder de la misericordia afirma: «Es la misericordia la que pone un límite al mal. En ella se expresa la naturaleza del todo peculiar de Dios: su santidad, el poder de la verdad y del amor», Homilía durante la santa misa en el Domingo de la divina Misericordia (15 abril 2007): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 20 abril 2007, p. 3.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">8 Un análisis acróstico de la palabra «familia» [en italiano f-a-m-i-g-l-i-a] nos ayuda a resumir la misión de la Iglesia en la tarea de:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Formar a las nuevas generaciones para que vivan seriamente el amor, no con la pretensión individualista basada sólo en el placer y en el «usar y tirar», sino para que crean nuevamente en el amor auténtico, fértil y perpetuo, como la única manera de salir de sí mismos; para abrirse al otro, para ahuyentar la soledad, para vivir la voluntad de Dios; para realizarse plenamente, para comprender que el matrimonio es el «espacio en el cual se manifiestan el amor divino; para defender la sacralidad de la vida, de toda vida; para defender la unidad y la indisolubilidad del vínculo conyugal como signo de la gracia de Dios y de la capacidad del hombre de amar en serio» (Homilía en la Santa Misa de apertura de la XIV Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, XXVII Domingo del Tiempo Ordinario, 4 octubre 2015: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 9 octubre 2015, p. 4; y para valorar los cursos prematrimoniales como oportunidad para profundizar el sentido cristiano del sacramento del matrimonio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Andar hacia los demás, porque una Iglesia cerrada en sí misma es una Iglesia muerta. Una Iglesia que no sale de su propio recinto para buscar, para acoger y guiar a todos hacía Cristo es una Iglesia que traiciona su misión y su vocación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Manifestar y difundir la misericordia de Dios a las familias necesitadas, a las personas abandonadas; a los ancianos olvidados; a los hijos heridos por la separación de sus padres, a las familias pobres que luchan por sobrevivir, a los pecadores que llaman a nuestra puerta y a los alejados, a los diversamente capacitados, a todos los que se sienten lacerados en el alma y en el cuerpo, a las parejas desgarradas por el dolor, la enfermedad, la muerte o la persecución.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Iluminar las conciencias, a menudo asediadas por dinámicas nocivas y sutiles, que pretenden incluso ocupar el lugar de Dios creador. Estas dinámicas deben de ser desenmascaradas y combatidas en el pleno respeto de la dignidad de toda persona humana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Ganar y reconstruir con humildad la confianza en la Iglesia, seriamente disminuida a causa de las conductas y los pecados de sus propios hijos. Por desgracia, el antitestimonio y los escándalos en la Iglesia cometidos por algunos clérigos han afectado a su credibilidad y han oscurecido el fulgor de su mensaje de salvación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Laborar para apoyar y animar a las familias sanas, las familias fieles, las familias numerosas que, no obstante las dificultades de cada día, dan cotidianamente un gran testimonio de fidelidad a los mandamientos del Señor y a las enseñanzas de la Iglesia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Idear una pastoral familiar renovada que se base en el Evangelio y respete las diferencias culturales. Una pastoral capaz de transmitir la Buena Noticia con un lenguaje atractivo y alegre, y que quite el miedo del corazón de los jóvenes para que asuman compromisos definitivos. Una pastoral que preste particular atención a los hijos, que son las verdaderas víctimas de las laceraciones familiares. Una pastoral innovadora que consiga una preparación adecuada para el sacramento del matrimonio y abandone la práctica actual que a menudo se preocupa más por las apariencias y las formalidades que por educar a un compromiso que dure toda la vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Amar incondicionalmente a todas las familias y, en particular, a las pasan dificultades. Ninguna familia debe sentirse sola o excluida del amor o del amparo de la Iglesia. El verdadero escándalo es el miedo a amar y manifestar concretamente este amor.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-40536364651383711962015-10-09T11:28:00.002-07:002015-10-09T11:30:24.747-07:00La espiritualidad de San Francisco, un camino para vivir en armonía<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi83VGx3eWSnviQh3scM-R17FNgzXzRaiIR_JYCiG_Mdhrr2twtkXfn_eeUhgPwoxxApEAUn0FLwzBxbvlY0nHZeAxzPjA2Ozws-Y1jSbAmVYr_luQF1iHYfZ9VlbKXKHoxke4jGerE-N38/s1600/Cartel_Esp%25C3%25ADritu_de_As%25C3%25ADs_2015_Capuchinos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi83VGx3eWSnviQh3scM-R17FNgzXzRaiIR_JYCiG_Mdhrr2twtkXfn_eeUhgPwoxxApEAUn0FLwzBxbvlY0nHZeAxzPjA2Ozws-Y1jSbAmVYr_luQF1iHYfZ9VlbKXKHoxke4jGerE-N38/s400/Cartel_Esp%25C3%25ADritu_de_As%25C3%25ADs_2015_Capuchinos.jpg" width="282" /></a></div>
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<br /></div>
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Hoy se habla poco de armonía. La palabra casi ni suena. La emplean los libros de autoayuda o viene en espiritualidades del gusto oriental. Raramente decimos: este matrimonio vive en armonía; esta ciudad disfruta de mucha armonía; esta persona crea armonía en torno a sí; en esta comunidad se respira armonía. Es raro.</div>
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<br /></div>
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Todos sabemos que, aunque no se hable de ella, la armonía es muy importante para la vida. Pero si ni se habla de ella, si se la da por supuesta, si nos parece un poco friki, como dicen los jóvenes, hasta hablar de ella, quizá estemos echando leña al fuego contrario: la crispación, la histeria, los malos modos, los desajustes personales, los malos entendimientos, los desentendimientos. De eso, sí que sabemos mucho.</div>
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Pues bien, una manera de entender el franciscanismo es entender la espiritualidad de san Francisco como un camino para vivir en armonía.</div>
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<br /></div>
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1. ¿Cómo vivió Francisco de Asís su vida en armonía con Dios, con sus hermanos, con las personas, con los animales, con la creación? ¿Qué caminos anduvo? Le hizo un sitio importante a Dios y a su Palabra en su vida. Por eso, cuando en la somnolienta y rutinaria predicación del cura de san Damián brilló para él la Palabra de Jesús (“Vete, vende, dalo a los pobres…”), todo se iluminó y dejó atrás la “tremenda lucha”, como dice Celano, que se libraba en su corazón. Cuando se abrió a Dios, vino la armonía.</div>
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<br /></div>
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2. Aparentemente fue muy sencillo: se hizo la armonía en su corazón cuando se decidió a tener a cualquier persona por hermana. Así de simple. Dice san Buenaventura que brotaba en su corazón una armonía gozosa cuando “consideraba el origen común de todos los seres pues sabía que todos tienen el mismo principio”. No era una teoría sino algo inmediato: eres una criatura, somos familia. Nunca serás mi enemigo. Contigo me siento en tu casa. Podemos vivir en armonía.</div>
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<br /></div>
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3. Brota la armonía a raudales en la vida de Francisco cuando la simplicidad se convierte en sabiduría profunda. Dice LP que “quería ver a sus hermanos apasionados por la pura y santa simplicidad”. Él descubrió que el secreto de la armonía es ser bueno de corazón y llevar una vida simple, sencilla, corriente.</div>
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<br /></div>
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4. La armonía brillaba con lustre cuando tomaba el último lugar como una opción voluntaria. “Nadie nos ha obligado”, decía. Y por eso decía con frecuencia: “Ningún hermano tenga potestad o dominio, y menos entre ellos”. Instaba a los suyos a “estar en el llano” (LP). Porque si hubiera sido otra la actitud, la armonía habría desaparecido como la niebla bajo los rayos del sol.</div>
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<br /></div>
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5. Para él fue importante el misterio de la pobreza, la conexión con las pobrezas, llegar al brillo oscuro de lo humilde. Por eso, la pobreza evangélica fue para él camino de libertad y armonía. Siendo pobre fue feliz; estando con los pobres se sintió acompañado, sufriendo como los pobres encontró el secreto de la solidaridad. Lo que para muchos de nosotros es solo un disgusto, él lo entendió como una posibilidad. El frío helado de la pobreza generó en él el extraño calor de la armonía.</div>
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<br /></div>
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6. No fue todo lírica, sino vida sin más, a ras de tierra. La armonía ocupó su alma y su cuerpo cuando vivió queriendo salvaguardar, sobre todo, las relaciones humanas. ¡Cuánto se empeñó en que sus hermanos vivieran con calidez, como madres e hijos”! ¡Cuánto se movió para que en las ciudades de su tierra, muchas devastadas por el odio y la muerte, pudiera brotar el entendimiento y la paz! Él que sabía de guerras y de muertes, puso a la persona por delante de todo y desde ahí brotó la paz y la armonía.</div>
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<br /></div>
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7. Para él orar fue una manera segura de dar con el camino de Jesús. Por eso oraba tanto. Le decían ya entonces que oraba demasiado. Pero, para él, orar era como comer. Y lo necesitaba de igual manera. Por eso, cuando oraba, y sus períodos de oración eran largos, se abría la puerta de la armonía, las cosas se aquietaban, los problemas adquirían dimensiones reales, la alegría asomaba el rostro y se quedaba. Sin oración no hubiera podido vivir en armonía.</div>
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<br /></div>
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8. Finalmente, cómo no, la alegría fue fuente de armonía porque era el cauce por el que asomaba la verdad del Evangelio y la certeza de haber elegido el buen camino. No empleó discursos para justificar sus opciones. Estaba contento y la alegría era su argumento. Y viviendo con alegría, la armonía se quedaba a vivir en su casa, se instalaba en los pliegues de su alma.</div>
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<br /></div>
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¿Nos dice esto algo a quienes, a pesar de tanto años, de tantos siglos, seguimos amando a Francisco de Asís? Puede que sí.</div>
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• Deja un poco más sitio a Dios en tu vida, nos dice Francisco. Que los criterios evangélicos cuenten realmente en tus días. Cree en el Evangelio, obra conforme a lo que dice. Sin más. La armonía asomará el rostro.</div>
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• No hagas caso de los cantos de sirena de quienes nos dicen: tú preocúpate de que a ti te vaya bien y los demás, allá penas. No, siéntete hermano para que la alegría de vida y su íntima armonía cobren verdad y rostro.</div>
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• Elige lo simple, lo normal, lo cotidiano. No te avergüences de ser como todos, de ser pueblo, de ser comunidad. En lo común vivido con gozo habita la armonía.</div>
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• No te enfades por estar abajo, por no tener mando. Ahí se puede ser feliz, te puedes realizar, puedes estar contento. Estar abajo no es malo para quien aspira a la armonía.</div>
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• Que te afecten las pobrezas, que sean para ti lugar de encuentro. No huyas de ellas, porque ahí se encierra, sin duda, el extraño fulgor de la armonía.</div>
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• Ora con confianza, como quiere Jesús. Gusta del silencio. Ama la contemplación de lo creado. Disfruta con el don que es vivir y respirar.</div>
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• Y pon en tu vida una dosis creciente de alegría. Alegría vivida en las pequeñas cosas, en los sencillos acontecimientos, en lo bello que está en nuestras manos. Si no nos apuntamos a la alegría, ¿cómo vamos a estar en armonía con nuestra sencilla vida?</div>
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<br /></div>
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Decir que la espiritualidad franciscana es un camino de armonía implica el ánimo para andar ese camino. ¿Por qué no tomar aliento y empuje al celebrar la memoria y la vida del hermano Francisco en esta tarde?<br />
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<br /></div>
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http://hermanoscapuchinos.org/</div>
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OFMCap Pastoral Vocacionalhttp://www.blogger.com/profile/17756317538472316840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-36327157489977559672015-10-09T10:51:00.000-07:002015-10-09T10:55:16.523-07:00Versión de Dios<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii-61oC8HNOrBURWs6NcXesVSYur5VflgqdNgMxsQ0oUgnKW-HJnfMCyjXME_JBfQ7JjaY6CfDebmHfnB8r6Ds7olZ6HLM-Gzc00zOrNXMvYNPewrMBoZzZ38CSHRvCv3TOuI2Fk_wkFUi/s1600/5023.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii-61oC8HNOrBURWs6NcXesVSYur5VflgqdNgMxsQ0oUgnKW-HJnfMCyjXME_JBfQ7JjaY6CfDebmHfnB8r6Ds7olZ6HLM-Gzc00zOrNXMvYNPewrMBoZzZ38CSHRvCv3TOuI2Fk_wkFUi/s400/5023.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>VERSIÓN DE DIOS</b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
En la oquedad de nuestro barro breve </div>
<div style="text-align: center;">
el mar sin nombre de Su luz no cabe.</div>
<div style="text-align: center;">
Ninguna lengua a Su Verdad se atreve. </div>
<div style="text-align: center;">
Nadie lo ha visto a Dios. Nadie lo sabe.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Mayor que todo dios, nuestra sed busca, </div>
<div style="text-align: center;">
se hace menor que el libro y la utopía, </div>
<div style="text-align: center;">
y, cuando el Templo en su esplendor Lo ofusca, </div>
<div style="text-align: center;">
rompe, infantil, del vientre de María.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
El Unigénito venido a menos </div>
<div style="text-align: center;">
traspone la distancia en un vagido; </div>
<div style="text-align: center;">
calla la Gloria y el Amor explana;</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Sus manos y Sus pies de tierra llenos, </div>
<div style="text-align: center;">
rostro de carne y sol del Escondido, </div>
<div style="text-align: center;">
¡versión de Dios en pequeñez humana!</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<i><b>Pedro Casaldáliga</b></i></div>
OFMCap Pastoral Vocacionalhttp://www.blogger.com/profile/17756317538472316840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-33253750877581512562015-10-03T16:04:00.001-07:002015-10-09T10:56:38.490-07:00Si Francisco de Asís viviera hoy en América Latina<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEib0CiimXau9WHEVRzV-9LPMUqF6XBKCIkwXsKEMYsuJtW5c-R0Hc1gYwz8R_0XUIMHMM_X_83sOwJnf2i6W9zNql-DT85I7F2-6sMtIdtTm66jnrIElwW3BOXFBTnfFDwG64IaHhEWOi8/s1600/francisco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEib0CiimXau9WHEVRzV-9LPMUqF6XBKCIkwXsKEMYsuJtW5c-R0Hc1gYwz8R_0XUIMHMM_X_83sOwJnf2i6W9zNql-DT85I7F2-6sMtIdtTm66jnrIElwW3BOXFBTnfFDwG64IaHhEWOi8/s400/francisco.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; text-align: justify;">
<span style="line-height: 19.32px;"><span style="font-family: inherit;">Si Francisco de Asís viviera hoy en América Latina, viviría franciscanamente, claro, y latinoamericanamente también; pero de modo diversificado, según viviese en Brasil o en México, Colombia, El Salvador o en Bolivia.</span></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;">Porque América Latina, aun siendo una realidad común -«un continente creyente y oprimido», como dicen nuestros teólogos- no deja de ser plural.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">De todos modos, viviría como un indio o como un favelado o como un oprimido cualquiera de nuestro pueblo. Sería pobre, pero de verdad. No haría apenas «opción preferencial por los pobres». Porque quien opta por los pobres, es que no es pobre.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Y quien opta preferencialmente por los pobres… qué sé yo, es un decir, se queda también, aunque sea menos preferencialmente, con los ricos (nuestra santa Madre Iglesia ha sabido hacer esto muy bien durante siglos, dicho sea con perdón de todos los que somos Iglesia). Sería un agente de pastoral, para poder anunciar más eclesialmente la Palabra. Porque Francisco era muy eclesial. Hoy posiblemente sería menos «eclesiástico”.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Se llevaría muy bien, sin duda, con las comunidades cristianas populares. Y sentiría que son ellas las que están restaurando nuestra vieja Iglesia, más o menos en ruinas…</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Estaría apasionadamente a favor de la justicia y de la paz. Creo que viviría más politizado -cada época tiene su carisma-, porque no es posible que Francisco de Asís no asumiese Medellín y el grito de los pobres de la tierra latinoamericana y ese vendaval de Espíritu y de sangre que sacude nuestro continente.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Creo que se angustiaría hasta la muerte -posiblemente sería mártir hoy Francisco de Asís, si viviera en América Latina- viendo tanta violencia, crónicamente institucionalizada, que destroza las almas y los cuerpos de poblaciones y naciones enteras.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;">Sería, ¿cómo no?, un exiliado o un torturado o un desaparecido.</span></div>
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;">Sería evangélicamente antinorteamericano -con perdón de todos los norteamericanos pueblo, sobre todo de los norteamericanos que son franciscanos por añadidura-; porque me temo que el Sultán de Estados Unidos no lo escucharía con el mismo respeto con que el Sultán sarraceno lo escuchó.</span></span></div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Posiblemente iría hasta Roma, de grumete en un navío, para recordarle al Papa la intolerable atrocidad de las masacres de El Salvador y Guatemala, mucho más intolerables que los conflictos de Beagle o las Malvinas y más que la dura situación de la Polonia papal. De paso, intentaría convencer al Papa de que la revolución sandinista es mucho más cristiana que todos los gobiernos democristianos o las católicas repúblicas del continente que no tienen ningún conflicto diplomático con la Santa Sede Vaticana.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Conminaría a las multinacionales y sus productos químicos y radioactivos y a todos los procesos suicidas que destrozan florestas y contaminan las vidas y los ríos y el aire y la luz de las estrellas.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Asís era una ciudad luminosamente humana: alma, piedra y paisaje. Y Francisco la bendijo, antes de morir, como se bendice el vientre de una madre. ¡Pobre Francisco queriendo bendecir, impotente, las monstruosas aglomeraciones de Sâo Paulo o México, o Buenos Aires..,!</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Tampoco consigo entender cómo se las habría Francisco para amansar a los humanos (?) lobos de la represión, sueltos a millares por nuestro continente. ¡Qué dulce el lobo de Gubbio junto a esos lobos!</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Francisco sería, aquí también, un trovador popular, de guitarra en bandolera, cantando indígenamente el dolor y la esperanza de toda esta Patria Grande, nuestra Indio-Afro-América. La cultura y la religión populares serían su cultura y su religión, pero con mucho aliento de revolución y de teología de la liberación en el fondo del alma y en la exultante boca.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;">Francisco amaría fraternalmente a muchas Claras latinoamericanas -religiosas y seglares- que viven consagradas al servicio del Reino con una despojada dedicación.</span></div>
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;">Sé que sentiría delante de ciertas cruzadas contra el comunismo, la misma cristiana decepción que sintió ante las cruzadas contra Mahoma. Porque ni las unas ni las otras combaten limpiamente por el Reino, con la cruz, para la liberación de los pobres. Siendo así que los pobres valen infinitamente más que el santo sepulcro y que los lucros del capital.</span></span></div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">¿Fundaría Francisco una familia religiosa, hoy, en América Latina, después de lo que él sabe ahora de las Ordenes y Congregaciones? En todo caso, a su familia religiosa y a las otras familias religiosas y a todos los cristianos nos recordaría que el Evangelio ha de ser entendido «sin glosas» (pero esto nos lo recordaría inútilmente…).</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Sería aún más contemplador, si es posible ser más contemplador de lo que fue aquel seráfico contemplativo. Porque la contemplación es tanto más urgente y vital cuanto mayor es la lucha por la justicia. Porque la verdadera revolución cristiana solamente se hace a fuerza de mucha oración. Porque América, con todo el Tercer Mundo, es un continente esencialmente contemplativo.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Para terminar, creo que Francisco estaría muy de acuerdo -aun ruborizándose un poco, si es que hay rubor en la Gloria- con el maravilloso libro que nuestro perseguido teólogo franciscano, Leonardo Boff, acaba de publicar sobre «El vigor y la ternura» en San Francisco.</span></div>
<div style="background-color: white; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
</div>
<div style="color: #141823; line-height: 19.32px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;"><br /></span></div>
<div style="color: #141823; line-height: 19.32px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;">Concilium decía, en un número reciente, que cada uno tiene «su» Francisco, en la mente y en el corazón. Este Francisco de Asís que yo acabo de suponer hoy en América Latina es «mi» Francisco de Asís, evidentemente. Todos los otros posibles Franciscos me merecen el mayor respeto.</span></div>
<div style="color: #141823; line-height: 19.32px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="background-color: white; color: #141823; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Alabado sea mi Señor porque un día nos dio esta criatura humana criatura llamada Francisco y porque todavía hoy nos da esta inquieta voluntad de ser también nosotros latinoamericanamente franciscanos.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #141823; display: inline; line-height: 19.32px; margin-top: 6px;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 19.32px;"><b>Pedro Casaldáliga</b></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-82884784918119738962015-10-01T06:39:00.000-07:002015-10-01T06:40:48.970-07:00Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2015<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1JO3xQUMFOvAhgdEjkFz8PWl95Ptp74iG8bVU3O2hIXJQojac6Kq7jwXROtkNB_uL-ojcoiJCiBWiwWm52H8EPLSRx7VX4M_pMAibuV1hR5JQ9zxij9avFqcjZWWaBu08V_15SXALdBE/s1600/CAPUCHINOS+MEXICO+MISIONES.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1JO3xQUMFOvAhgdEjkFz8PWl95Ptp74iG8bVU3O2hIXJQojac6Kq7jwXROtkNB_uL-ojcoiJCiBWiwWm52H8EPLSRx7VX4M_pMAibuV1hR5JQ9zxij9avFqcjZWWaBu08V_15SXALdBE/s400/CAPUCHINOS+MEXICO+MISIONES.png" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<b style="font-size: 14.6667px;"><i><span style="color: #663300; font-family: inherit; font-size: medium;"><br /></span></i></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b style="font-size: 14.6667px;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO</span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: inherit;"><b style="font-size: 14.6667px;"><span style="font-size: medium;">PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES</span></b><span style="font-size: medium;"><b> 2015</b></span></span></div>
<span style="font-family: inherit;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: inherit;"><i style="font-family: inherit; font-size: 14.6667px;">Solemnidad de Pentecostés</i></span></div>
<span style="font-family: inherit;">
</span><br />
<br />
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: inherit;">Queridos hermanos y hermanas:</span></i></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La Jornada Mundial de las Misiones 2015 tiene lugar en el contexto del Año de la Vida Consagrada, y recibe de ello un estímulo para la oración y la reflexión. De hecho, si todo bautizado está llamado a dar testimonio del Señor Jesús proclamando la fe que ha recibido como un don, esto es particularmente válido para la persona consagrada, porque entre la <i>vida consagrada</i> y la <i>misión</i>subsiste un fuerte vínculo. El seguimiento de Jesús, que ha dado lugar a la aparición de la vida consagrada en la Iglesia, responde a la llamada a tomar la cruz e ir tras él, a imitar su dedicación al Padre y sus gestos de servicio y de amor, a perder la vida para encontrarla. Y dado que toda la existencia de Cristo tiene un carácter misionero, los hombres y las mujeres que le siguen más de cerca asumen plenamente este mismo carácter.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La dimensión misionera, al pertenecer a la naturaleza misma de la Iglesia, es<i> </i>también<i> intrínseca a toda forma de vida consagrada</i>, y no puede ser descuidada sin que deje un vacío que desfigure el carisma. La misión no es proselitismo o mera estrategia; la misión es parte de la “gramática” de la fe, es algo imprescindible para aquellos que escuchan la voz del Espíritu que susurra “ven” y “ve”. Quién sigue a Cristo se convierte necesariamente en misionero, y sabe que Jesús «camina con él, habla con él, respira con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera» (Exhort. ap. <i><a href="http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html" style="color: black;">Evangelii gaudium</a></i>, 266).</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La misión es una <i>pasión por Jesús</i> pero, al mismo tiempo, es una <i>pasión por su pueblo</i>. Cuando nos detenemos ante Jesús crucificado, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene; y en ese mismo momento percibimos que ese amor, que nace de su corazón traspasado, se extiende a todo el pueblo de Dios y a la humanidad entera. Así redescubrimos que él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado (cf. ibíd., 268) y de todos aquellos que lo buscan con corazón sincero. En el mandato de Jesús: “id” están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia. En ella todos están llamados a anunciar el Evangelio a través del testimonio de la vida; y de forma especial se pide a los consagrados que escuchen la voz del Espíritu, que los llama a ir a las grandes periferias de la misión, entre las personas a las que aún no ha llegado el Evangelio.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">El quincuagésimo aniversario del Decreto conciliar <i><a href="http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html" style="color: black;">Ad gentes</a></i> nos invita a releer y meditar este documento que suscitó un <i>fuerte impulso misionero en los Institutos de Vida Consagrada</i>. En las comunidades contemplativas retomó luz y elocuencia la figura de santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones, como inspiradora del vínculo íntimo de la vida contemplativa con la misión. Para muchas congregaciones religiosas de vida activa el anhelo misionero que surgió del Concilio Vaticano II se puso en marcha con una apertura extraordinaria a la misión <i>ad gentes</i>, a menudo acompañada por la acogida de hermanos y hermanas provenientes de tierras y culturas encontradas durante la evangelización, por lo que hoy en día se puede hablar de una interculturalidad generalizada en la vida consagrada. Precisamente por esta razón, es urgente volver a proponer el ideal de la misión en su centro: Jesucristo, y en su exigencia: la donación total de sí mismo a la proclamación del Evangelio. No puede haber ninguna concesión sobre esto: <i>quién, por la gracia de Dios, recibe la misión, está llamado a vivir la misión</i>. Para estas personas, el anuncio de Cristo, en las diversas periferias del mundo, se convierte en la manera de vivir el seguimiento de él y recompensa los muchos esfuerzos y privaciones. Cualquier tendencia a desviarse de esta vocación, aunque sea acompañada por nobles motivos relacionados con la muchas necesidades pastorales, eclesiales o humanitarias, no está en consonancia con el llamamiento personal del Señor al servicio del Evangelio. En los <i>Institutos misioneros</i> los formadores están llamados tanto a indicar clara y honestamente esta perspectiva de vida y de acción como a actuar con autoridad en el discernimiento de las vocaciones misioneras auténticas. Me dirijo especialmente <i>a los jóvenes</i>, que siguen siendo capaces de dar testimonios valientes y de realizar hazañas generosas a veces contra corriente: <i>no dejéis que os roben el sueño de una misión auténtica</i>, de un seguimiento de Jesús que implique la donación total de sí mismo. En el secreto de vuestra conciencia, preguntaos cuál es la razón por la que habéis elegido la vida religiosa misionera y medid la disposición a aceptarla por lo que es: un don de amor al servicio del anuncio del Evangelio, recordando que, antes de ser una necesidad para aquellos que no lo conocen, el anuncio del Evangelio es una necesidad para los que aman al Maestro.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Hoy, la misión se enfrenta al reto de respetar la necesidad de todos los pueblos de <i>partir de sus propias raíces y de salvaguardar los valores de las respectivas culturas</i>. Se trata de conocer y respetar otras tradiciones y sistemas filosóficos, y reconocer a cada pueblo y cultura el derecho de hacerse ayudar por su propia tradición en la inteligencia del misterio de Dios y en la acogida del Evangelio de Jesús, que es luz para las culturas y fuerza transformadora de las mismas.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Dentro de esta compleja dinámica, nos preguntamos: “¿Quiénes son los destinatarios privilegiados del anuncio evangélico?” La respuesta es clara y la encontramos en el mismo Evangelio: los pobres, los pequeños, los enfermos, aquellos que a menudo son despreciados y olvidados, aquellos que no tienen como pagarte (cf. <i>Lc</i> 14,13-14). La evangelización, dirigida preferentemente a ellos, es signo del Reino que Jesús ha venido a traer: «Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos» (Exhort. ap. <i><a href="http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html" style="color: black;">Evangelii gaudium</a></i>, 48). Esto debe estar claro especialmente para las personas que abrazan la vida consagrada misionera: con el voto de pobreza se escoge seguir a Cristo en esta preferencia suya, no ideológicamente, sino como<b></b>él, identificándose con los pobres, viviendo como ellos en la precariedad de la vida cotidiana y en la renuncia de todo poder para convertirse en hermanos y hermanas de los últimos, llevándoles el testimonio de la alegría del Evangelio y la expresión de la caridad de Dios.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Para vivir el testimonio cristiano y los signos del amor del Padre entre los pequeños y los pobres, las personas consagradas están llamadas a promover, en el servicio de la misión, <i>la presencia de los fieles laicos</i>. Ya el Concilio Ecuménico Vaticano II afirmaba: «Los laicos cooperan a la obra de evangelización de la Iglesia y participan de su misión salvífica a la vez como testigos y como instrumentos vivos» (<i><a href="http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_ad-gentes_sp.html" style="color: black;">Ad gentes</a></i>, 41). Es necesario que los misioneros consagrados se abran cada vez con mayor valentía a aquellos que están dispuestos a colaborar con ellos, aunque sea por un tiempo limitado, para una experiencia sobre el terreno. Son hermanos y hermanas que quieren <i>compartir la vocación misionera inherente al Bautismo</i>. Las casas y las estructuras de las misiones son lugares naturales para su acogida y su apoyo humano, espiritual y apostólico.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><i>Las Instituciones y Obras misioneras de la Iglesia</i> están totalmente al servicio de los que no conocen el Evangelio de Jesús. Para lograr eficazmente este objetivo, estas necesitan los carismas y el compromiso misionero de los consagrados, pero también, los consagrados, necesitan una estructura de servicio, expresión de la preocupación del Obispo de Roma para asegurar la <i>koinonía</i>, de forma que la colaboración y la sinergia sean una parte integral del testimonio misionero. Jesús ha puesto la unidad de los discípulos, como condición para que el mundo crea (cf. <i>Jn</i> 17,21). Esta convergencia no equivale a una sumisión jurídico-organizativa a organizaciones institucionales, o a una mortificación de la fantasía del Espíritu que suscita la diversidad, sino que significa dar más eficacia al mensaje del Evangelio y promover aquella unidad de propósito que es también fruto del Espíritu.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La Obra Misionera del Sucesor de Pedro tiene un <i>horizonte apostólico universal</i>. Por ello también necesita de los <i>múltiples carismas de la vida consagrada</i>, para abordar al vasto horizonte de la evangelización y para poder garantizar una adecuada presencia en las fronteras y territorios alcanzados.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Queridos hermanos y hermanas, la pasión del misionero es el Evangelio. San Pablo podía afirmar: «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 <i>Cor</i> 9,16). El Evangelio es fuente de alegría, de liberación y de salvación para todos los hombres. La Iglesia es consciente de este don, por lo tanto, no se cansa de proclamar sin cesar a todos «lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos» (1 <i>Jn</i> 1,1). La misión de los servidores de la Palabra -obispos, sacerdotes, religiosos y laico- es la de poner a todos, sin excepción, en una relación personal con Cristo. En el inmenso campo de la acción misionera de la Iglesia, todo bautizado está llamado a vivir lo mejor posible su compromiso, según su situación personal. Una respuesta generosa a esta vocación universal la pueden ofrecer los consagrados y las consagradas, a través de una intensa vida de oración y de unión con el Señor y con su sacrificio redentor.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Mientras encomiendo a María, Madre de la Iglesia y modelo misionero, a todos aquellos que, <i>ad gentes</i> o en su propio territorio, en todos los estados de vida cooperan al anuncio del Evangelio, os envío de todo corazón mi Bendición Apostólica.</span></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px;">
<i><span style="font-family: inherit;"><br /></span></i></div>
<div style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px;">
<i><span style="font-family: inherit;">Vaticano, 24 de mayo de 2015</span></i></div>
<div align="center" style="background-color: white; font-size: 14.6667px; line-height: 20px;">
<b><span style="font-family: inherit;">Francisco</span></b></div>
<div style="background-color: white; font-family: Tahoma, Verdana, Segoe, sans-serif; font-size: 14.6667px; line-height: 20px;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-79430992479763657382015-06-02T20:04:00.002-07:002015-06-02T20:04:42.627-07:00Laudato sii: Nueva encíclica del Papa Francisco sobre la ecología ya tiene título<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIo7Bn35ZZQt6OK_3Gopzilej_U5tEMP4pTmHBS01toVUBVZ6b-F8B1oxqoXYzDBuD9vrBoN_oxVjuP67bpGob7a_9FLfz7OQmA1ttxwcRhC3xfObIgjj5CanSBKM3tMWmOb8j0JPlMMY/s1600/CNA_555cc098750c4_60054.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIo7Bn35ZZQt6OK_3Gopzilej_U5tEMP4pTmHBS01toVUBVZ6b-F8B1oxqoXYzDBuD9vrBoN_oxVjuP67bpGob7a_9FLfz7OQmA1ttxwcRhC3xfObIgjj5CanSBKM3tMWmOb8j0JPlMMY/s400/CNA_555cc098750c4_60054.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
VATICANO, 30 May. 15 / 04:35 pm (ACI/EWTN Noticias).- “Laudato sii” (Alabado seas) es el nombre de la próxima encíclica del Papa Francisco sobre la ecología y sería publicada a mediados de junio, dijo el director de la Librería Editrice Vaticana, Giuseppe Costa, durante la entrega del premio Cardenal Michele Giordano la tarde de este sábado en Nápoles (Italia).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Son muchas editoriales en el extranjero que se han interesado ya por la publicación de la encíclica en sus países”, ha declarado el director de la editorial oficial del Vaticano, en declaraciones a la agencia SIR de la Conferencia Episcopal Italiana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El título “Laudato sii” está tomado del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, el santo del que el Papa Francisco ha elegido llevar su nombre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como se recuerda, el Santo Padre se refirió a este documento durante el vuelo de regreso de Seúl a Roma, tras concluir su histórica visita a Corea del Sur en agosto de 2014.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En aquella ocasión dijo que sobre la encíclica ha conversado mucho con el Cardenal Peter Turkson, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, quien se encarga de estos temas en el Vaticano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Sobre esta encíclica he hablado mucho con el Cardenal Turkson y también con otros. Le he pedido al Cardenal que reúna todas las contribuciones y ya las recibí. Una semana antes del viaje (a Corea), no, en realidad cuatro días antes me entregaron un primer borrador que es así de grande, diría un tercio más grande que la (exhortación apostólica) Evangelii Gaudium" que en su versión regular en español tiene 142 páginas, señaló en agosto de 2014.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Santo Padre precisó que escribir una encíclica sobre ecología "no es algo sencillo porque, en relación a la protección de la creación y el estudio de la ecología humana, se puede hablar con cierta certeza hasta cierto punto pero luego aparecen las hipótesis científicas, algunas de las cuales son ciertas y otras no".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"En una encíclica como ésta eso debe ser magisterial. Debe estar basada solo en certezas, en cosas que son seguras. Si el Papa dice que el centro del universo es la tierra y no el sol, se equivocaría al decir algo científico que no es correcto. Eso también es verdad aquí".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Francisco explicó entonces que para todo "necesitamos hacer el estudio, para cada numeral, y creo que se irá haciendo más pequeña, pero yendo a la esencia eso es lo que podemos afirmar con certeza".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ciertamente, concluyó el Pontífice, "se puede indicar en las notas que esto y esto son hipótesis, comentarlo como un dato informativo, pero no en el cuerpo de la encíclica que es doctrinal y que requiere ser cierto".</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-91118231551247391222015-05-23T19:34:00.003-07:002015-05-23T19:34:53.957-07:00El Espíritu de la Verdad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwP-TKVThF4RFKYRodz7such4jrRFVB5hfhj8liMmro9_weU56r56wuVu5VbZY4cV93VnqVPQjiuoTSNhLke_bTXZ3_jrapjolE3RSXPlbtirNFJ1L0Iz0t4km4p22GRjtPu3pQf6-aA/s1600/Es+el+Esp%25C3%25ADritu+de+la+verdad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwP-TKVThF4RFKYRodz7such4jrRFVB5hfhj8liMmro9_weU56r56wuVu5VbZY4cV93VnqVPQjiuoTSNhLke_bTXZ3_jrapjolE3RSXPlbtirNFJ1L0Iz0t4km4p22GRjtPu3pQf6-aA/s640/Es+el+Esp%25C3%25ADritu+de+la+verdad.jpg" width="502" /></a></div>
<br />Ana Mateoshttp://www.blogger.com/profile/08461382304192991484noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-28634983367197993072015-04-05T05:19:00.001-07:002015-04-05T05:19:36.461-07:00¡Felices Pascuas!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl8O4Pzr55TXOJXG3oBq55lphhmRaOoKFEcY9g6KDGXXK3dWfcyqdlxpx-kCXdGQF5vFmgCJ68anXEySpWsjc3Iitf_jcw77EjLH0dgaXbUfzwEvMm4BjX99Zmedrq-y2MKDhjp0mPtA/s1600/Resucit%C3%B3+Aleluya.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl8O4Pzr55TXOJXG3oBq55lphhmRaOoKFEcY9g6KDGXXK3dWfcyqdlxpx-kCXdGQF5vFmgCJ68anXEySpWsjc3Iitf_jcw77EjLH0dgaXbUfzwEvMm4BjX99Zmedrq-y2MKDhjp0mPtA/s1600/Resucit%C3%B3+Aleluya.jpg" height="518" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="background: white; color: #663300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri;">Dios nos ha salvado y nos ha llamado a una vocación santa por
la gracia que nos ha sido dada desde la eternidad en Jesucristo. Esta gracia se
ha manifestado ahora en la aparición de nuestro salvador, Jesucristo, que ha
destruido la muerte y ha hecho irradiar la vida y la inmortalidad mediante el
anuncio del Evangelio. 2Tim 1, 9-10<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Ana Mateoshttp://www.blogger.com/profile/08461382304192991484noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-75477155976568386382015-03-28T20:57:00.001-07:002015-03-28T20:57:22.190-07:00¡Hosanna!<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwfuyrnG9ZgJ9qgVIuA9NwUJL5WsEVGx4C8Q7w7NQYrBHSGP2r2FdzU4nvHG7z263Mzz_FEpM8J7uw-1i2UzAlOnp1YV7FeGrAPXiRMKKar4_m8AaKxCcWpxa26yDDWdASeV9_r7EzLA/s1600/Hosanna.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; display: inline !important; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwfuyrnG9ZgJ9qgVIuA9NwUJL5WsEVGx4C8Q7w7NQYrBHSGP2r2FdzU4nvHG7z263Mzz_FEpM8J7uw-1i2UzAlOnp1YV7FeGrAPXiRMKKar4_m8AaKxCcWpxa26yDDWdASeV9_r7EzLA/s1600/Hosanna.jpg" height="452" width="640" /></a> <b><i><span style="background: white; color: #003300; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Así dice el
Señor: Observen el derecho, actúen con rectitud,</span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;">
<i><span style="background: white; color: #003300; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><b>pues ya llega
mi salvación y va a manifestarse mi liberación. Is 56,1</b><o:p></o:p></span></i></div>
Ana Mateoshttp://www.blogger.com/profile/08461382304192991484noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-76562742519611524732015-03-25T20:35:00.005-07:002015-03-25T20:36:02.354-07:00La verdad de nuestro mundo <div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="501" src="https://www.youtube.com/embed/ipe6CMvW0Dg" width="550"></iframe></div>
OFMCap Pastoral Vocacionalhttp://www.blogger.com/profile/17756317538472316840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-17832073370018128392015-02-17T19:00:00.002-08:002015-02-17T19:00:47.722-08:00Saben lo que les he hecho...<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwxdzkIq8R-U2g_P2MOz0Tydpz_ofqeyswFYqXD35Pw9igOdCJBBWksGUlm4TCUyf4zifUpa90RWBErRI0UxKXe2RyokYXMx9QgH7fYyUDAhxaKW7CangXGKHhDrT63RAPXxxxT3rxxA/s1600/Saben+lo+que+les+he+hecho.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwxdzkIq8R-U2g_P2MOz0Tydpz_ofqeyswFYqXD35Pw9igOdCJBBWksGUlm4TCUyf4zifUpa90RWBErRI0UxKXe2RyokYXMx9QgH7fYyUDAhxaKW7CangXGKHhDrT63RAPXxxxT3rxxA/s1600/Saben+lo+que+les+he+hecho.jpg" height="400" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="color: #663300; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Arial;">Robustezcan sus manos cansadas y sus
rodillas vacilantes; caminen por un camino plano, para que el cojo ya no se
tropiece, sino más bien, se alivie. Esfuércense por estar en paz con todos y
por aquella santificación, sin la cual no es posible ver a Dios. Velen para que
nadie se vea privado de la gracia de Dios, para que nadie sea como una planta
amarga, que hace daño y envenena a los demás. (Hebreos 12, 12-15)<o:p></o:p></span></div>
Ana Mateoshttp://www.blogger.com/profile/08461382304192991484noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-13392997836321903602015-02-03T11:01:00.004-08:002015-02-03T11:01:37.496-08:00XLIX JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES<div style="text-align: center;">
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO</div>
<div style="text-align: center;">
PARA LA XLIX JORNADA MUNDIAL</div>
<div style="text-align: center;">
DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Comunicar la familia: </div>
<div style="text-align: center;">
ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El tema de la familia está en el centro de una profunda reflexión eclesial y de un proceso sinodal que prevé dos sínodos, uno extraordinario –apenas celebrado– y otro ordinario, convocado para el próximo mes de octubre. En este contexto, he considerado oportuno que el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tuviera como punto de referencia la familia. En efecto, la familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar. Volver a este momento originario nos puede ayudar, tanto a comunicar de modo más auténtico y humano, como a observar la familia desde un nuevo punto de vista.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Podemos dejarnos inspirar por el episodio evangélico de la visita de María a Isabel (cf. Lc 1,39-56). «En cuanto Isabel oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a voz en grito: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”» (vv. 41-42).</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Este episodio nos muestra ante todo la comunicación como un diálogo que se entrelaza con el lenguaje del cuerpo. En efecto, la primera respuesta al saludo de María la da el niño saltando gozosamente en el vientre de Isabel. Exultar por la alegría del encuentro es, en cierto sentido, el arquetipo y el símbolo de cualquier otra comunicación que aprendemos incluso antes de venir al mundo. El seno materno que nos acoge es la primera «escuela» de comunicación, hecha de escucha y de contacto corpóreo, donde comenzamos a familiarizarnos con el mundo externo en un ambiente protegido y con el sonido tranquilizador del palpitar del corazón de la mamá. Este encuentro entre dos seres a la vez tan íntimos, aunque todavía tan extraños uno de otro, es un encuentro lleno de promesas, es nuestra primera experiencia de comunicación. Y es una experiencia que nos acomuna a todos, porque todos nosotros hemos nacido de una madre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Después de llegar al mundo, permanecemos en un «seno», que es la familia. Un seno hecho de personas diversas en relación; la familia es el «lugar donde se aprende a convivir en la diferencia» (Exort. ap. Evangelii gaudium, 66): diferencias de géneros y de generaciones, que comunican antes que nada porque se acogen mutuamente, porque entre ellos existe un vínculo. Y cuanto más amplio es el abanico de estas relaciones y más diversas son las edades, más rico es nuestro ambiente de vida. Es el vínculo el que fundamenta la palabra, que a su vez fortalece el vínculo. Nosotros no inventamos las palabras: las podemos usar porque las hemos recibido. En la familia se aprende a hablar la lengua materna, es decir, la lengua de nuestros antepasados (cf. 2 M 7,25.27). En la familia se percibe que otros nos han precedido, y nos han puesto en condiciones de existir y de poder, también nosotros, generar vida y hacer algo bueno y hermoso. Podemos dar porque hemos recibido, y este círculo virtuoso está en el corazón de la capacidad de la familia de comunicarse y de comunicar; y, más en general, es el paradigma de toda comunicación.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La experiencia del vínculo que nos «precede» hace que la familia sea también el contexto en el que se transmite esa forma fundamental de comunicación que es la oración. Cuando la mamá y el papá acuestan para dormir a sus niños recién nacidos, a menudo los confían a Dios para que vele por ellos; y cuando los niños son un poco más mayores, recitan junto a ellos oraciones simples, recordando con afecto a otras personas: a los abuelos y otros familiares, a los enfermos y los que sufren, a todos aquellos que más necesitan de la ayuda de Dios. Así, la mayor parte de nosotros ha aprendido en la familia la dimensión religiosa de la comunicación, que en el cristianismo está impregnada de amor, el amor de Dios que se nos da y que nosotros ofrecemos a los demás.</div>
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<br /></div>
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Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras. Reducir las distancias, saliendo los unos al encuentro de los otros y acogiéndose, es motivo de gratitud y alegría: del saludo de María y del salto del niño brota la bendición de Isabel, a la que sigue el bellísimo canto del Magnificat, en el que María alaba el plan de amor de Dios sobre ella y su pueblo. De un «sí» pronunciado con fe, surgen consecuencias que van mucho más allá de nosotros mismos y se expanden por el mundo. «Visitar» comporta abrir las puertas, no encerrarse en uno mismo, salir, ir hacia el otro. También la familia está viva si respira abriéndose más allá de sí misma, y las familias que hacen esto pueden comunicar su mensaje de vida y de comunión, pueden dar consuelo y esperanza a las familias más heridas, y hacer crecer la Iglesia misma, que es familia de familias.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, viviendo juntos la cotidianidad, se experimentan los límites propios y ajenos, los pequeños y grandes problemas de la convivencia, del ponerse de acuerdo. No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón. El perdón es una dinámica de comunicación: una comunicación que se desgasta, se rompe y que, mediante el arrepentimiento expresado y acogido, se puede reanudar y acrecentar. Un niño que aprende en la familia a escuchar a los demás, a hablar de modo respetuoso, expresando su propio punto de vista sin negar el de los demás, será un constructor de diálogo y reconciliación en la sociedad.</div>
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<br /></div>
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A propósito de límites y comunicación, tienen mucho que enseñarnos las familias con hijos afectados por una o más discapacidades. El déficit en el movimiento, los sentidos o el intelecto supone siempre una tentación de encerrarse; pero puede convertirse, gracias al amor de los padres, de los hermanos y de otras personas amigas, en un estímulo para abrirse, compartir, comunicar de modo inclusivo; y puede ayudar a la escuela, la parroquia, las asociaciones, a que sean más acogedoras con todos, a que no excluyan a nadie.</div>
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<br /></div>
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Además, en un mundo donde tan a menudo se maldice, se habla mal, se siembra cizaña, se contamina nuestro ambiente humano con las habladurías, la familia puede ser una escuela de comunicación como bendición. Y esto también allí donde parece que prevalece inevitablemente el odio y la violencia, cuando las familias están separadas entre ellas por muros de piedra o por los muros no menos impenetrables del prejuicio y del resentimiento, cuando parece que hay buenas razones para decir «ahora basta»; el único modo para romper la espiral del mal, para testimoniar que el bien es siempre posible, para educar a los hijos en la fraternidad, es en realidad bendecir en lugar de maldecir, visitar en vez de rechazar, acoger en lugar de combatir.</div>
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<br /></div>
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Hoy, los medios de comunicación más modernos, que son irrenunciables sobre todo para los más jóvenes, pueden tanto obstaculizar como ayudar a la comunicación en la familia y entre familias. La pueden obstaculizar si se convierten en un modo de sustraerse a la escucha, de aislarse de la presencia de los otros, de saturar cualquier momento de silencio y de espera, olvidando que «el silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido» (Benedicto XVI, Mensaje para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales , 24 enero 2012). La pueden favorecer si ayudan a contar y compartir, a permanecer en contacto con quienes están lejos, a agradecer y a pedir perdón, a hacer posible una y otra vez el encuentro. Redescubriendo cotidianamente este centro vital que es el encuentro, este «inicio vivo», sabremos orientar nuestra relación con las tecnologías, en lugar de ser guiados por ellas. También en este campo, los padres son los primeros educadores. Pero no hay que dejarlos solos; la comunidad cristiana está llamada a ayudarles para vivir en el mundo de la comunicación según los criterios de la dignidad de la persona humana y del bien común.</div>
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El desafío que hoy se nos propone es, por tanto, volver a aprender a narrar, no simplemente a producir y consumir información. Esta es la dirección hacia la que nos empujan los potentes y valiosos medios de la comunicación contemporánea. La información es importante pero no basta, porque a menudo simplifica, contrapone las diferencias y las visiones distintas, invitando a ponerse de una u otra parte, en lugar de favorecer una visión de conjunto.</div>
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<br /></div>
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La familia, en conclusión, no es un campo en el que se comunican opiniones, o un terreno en el que se combaten batallas ideológicas, sino un ambiente en el que se aprende a comunicar en la proximidad y un sujeto que comunica, una «comunidad comunicante». Una comunidad que sabe acompañar, festejar y fructificar. En este sentido, es posible restablecer una mirada capaz de reconocer que la familia sigue siendo un gran recurso, y no sólo un problema o una institución en crisis. Los medios de comunicación tienden en ocasiones a presentar la familia como si fuera un modelo abstracto que hay que defender o atacar, en lugar de una realidad concreta que se ha de vivir; o como si fuera una ideología de uno contra la de algún otro, en lugar del espacio donde todos aprendemos lo que significa comunicar en el amor recibido y entregado. Narrar significa más bien comprender que nuestras vidas están entrelazadas en una trama unitaria, que las voces son múltiples y que cada una es insustituible.</div>
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<br /></div>
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La familia más hermosa, protagonista y no problema, es la que sabe comunicar, partiendo del testimonio, la belleza y la riqueza de la relación entre hombre y mujer, y entre padres e hijos. No luchamos para defender el pasado, sino que trabajamos con paciencia y confianza, en todos los ambientes en que vivimos cotidianamente, para construir el futuro.</div>
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<div style="text-align: right;">
Vaticano, 23 de enero de 2015</div>
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<div style="text-align: right;">
Vigilia de la fiesta de San Francisco de Sales.</div>
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<div style="text-align: right;">
Francisco</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-13670938462301855762015-01-01T04:38:00.002-08:002015-01-01T04:38:28.180-08:00Todo tiene su Tiempo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjo8u8wX0znDNq1LKvoLh036XfeGODCL6PFeAgaQe19aDsftglSYYyk7jBB8NhRPm2_3T46iwo2dKGMbNajgMAnJkoI0iNLPtl_HYIvZKUXfUOcr0ZT7VzJGxiCFKeIicD8vweowodvw/s1600/Todo+Tiene+su+Tiempo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjo8u8wX0znDNq1LKvoLh036XfeGODCL6PFeAgaQe19aDsftglSYYyk7jBB8NhRPm2_3T46iwo2dKGMbNajgMAnJkoI0iNLPtl_HYIvZKUXfUOcr0ZT7VzJGxiCFKeIicD8vweowodvw/s1600/Todo+Tiene+su+Tiempo.jpg" height="451" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Hay un tiempo señalado para todo, <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de nacer, y tiempo de morir;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de matar, y tiempo de curar;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de derribar, y tiempo de edificar;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de llorar, y tiempo de reír;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo; <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de guardar, y tiempo de desechar;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de rasgar, y tiempo de coser;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de callar, y tiempo de hablar;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de amar, y tiempo de odiar;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">tiempo de guerra, y tiempo de paz.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="chapter-1" style="background: white; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<i><span style="color: #333300; font-family: "Cambria","serif"; font-size: 16.0pt; line-height: 115%; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Eclesiastés 3, 1-8<o:p></o:p></span></i></div>
Ana Mateoshttp://www.blogger.com/profile/08461382304192991484noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-22605823908581546952014-12-24T19:28:00.002-08:002014-12-24T19:28:52.632-08:00Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros. <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnJ3lQztvKvxYuL54bm9cLcmMB9LaXDK0oAC7_1xSOl5K1Xsl-GgCEcyNj8xGNiPJdaU3Mvli19qWfqaoR02skCHjcEw4QTI2AyItA_A8XLi5xd-zSNwn5th_-yTPyXdt5A5KFxCN2uQ/s1600/Se+hizo+hombre+y+habit%C3%B3+entre+nosotros.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnJ3lQztvKvxYuL54bm9cLcmMB9LaXDK0oAC7_1xSOl5K1Xsl-GgCEcyNj8xGNiPJdaU3Mvli19qWfqaoR02skCHjcEw4QTI2AyItA_A8XLi5xd-zSNwn5th_-yTPyXdt5A5KFxCN2uQ/s1600/Se+hizo+hombre+y+habit%C3%B3+entre+nosotros.jpg" height="372" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<b><i><span style="background: #FDFEFF; color: maroon; font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Cristo Jesús,
siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué
aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza
de siervo haciéndose semejante a los seres humanos. Filp 2, 6-7<o:p></o:p></span></i></b></div>
Ana Mateoshttp://www.blogger.com/profile/08461382304192991484noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2897171711550282992.post-49403328616033467122014-11-30T03:53:00.001-08:002014-11-30T03:53:26.649-08:00Caminemos a la luz del Señor<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMb8aMyRZLAWQ0rycWhEeTr1wYWrKThV-3RMmM6C-ZSEMYneZ4HI2fYeyVxVOMW_L4qZaZDW9oz-jPtOmXMBWbFO-n3SRFRS6iDkI5I5rsf7zZXP-k7LDsKrNuGA_Plar8K-TH26MHzQ/s1600/Vendr%C3%A1+el+Se%C3%B1or,+mi+Dios.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMb8aMyRZLAWQ0rycWhEeTr1wYWrKThV-3RMmM6C-ZSEMYneZ4HI2fYeyVxVOMW_L4qZaZDW9oz-jPtOmXMBWbFO-n3SRFRS6iDkI5I5rsf7zZXP-k7LDsKrNuGA_Plar8K-TH26MHzQ/s1600/Vendr%C3%A1+el+Se%C3%B1or,+mi+Dios.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="background: #FDFEFF; color: #6600cc; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Que el Señor os haga
crecer y abundar </span><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="background: #FDFEFF; color: #6600cc; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">en amor unos para con
otros, y para con todos. </span><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="background: #FDFEFF; color: #6600cc; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> 1Tes 3, 12</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<b><i><span style="background: #FDFEFF; color: #6600cc; font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Ven, Señor, a
visitarnos con tu paz,</span></i></b><span style="color: #222222; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: #fdfeff; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #6600cc; font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 14pt; font-style: italic; font-weight: bold;">para que nos
alegremos delante de ti,</span><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: #fdfeff; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><span style="color: #222222; font-family: Arial, sans-serif;"> </span></span><b><i><span style="background: #FDFEFF; color: #6600cc; font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">de todo
corazón.</span></i></b><i><span style="background: #FDFEFF; color: #6600cc; font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></i><i><span style="color: #6600cc; font-family: "Book Antiqua","serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="background-color: #fdfeff; color: #6600cc; font-family: 'Book Antiqua', serif; font-size: 13pt;"> Sal 105, 4-5; Is 38,3</span></div>
Ana Mateoshttp://www.blogger.com/profile/08461382304192991484noreply@blogger.com0